Yeltsin anuncia que ha elegido a su 'defin', pero no desvela su identidad
Los l¨ªderes pol¨ªticos rusos de primera l¨ªnea se removieron ayer inquietos en sus asientos mientras evaluaban sus posibilidades de llegar a convertirse en julio del 2000 (o antes) en presidente de la segunda potencia nuclear del planeta. Bor¨ªs Yeltsin repiti¨® que no ser¨¢ candidato y que ya tiene decidido a qui¨¦n apoyar¨¢ para sucederle, pero que no lo dir¨¢ de momento, ni siquiera al afortunado. Pero su portavoz, Sergu¨¦i Yastrzhembski, provoc¨® la confusi¨®n al decir que el Tribunal Constitucional ha dictaminado que puede presentarse a un tercer mandato. La puerta est¨¢ abierta.
Rusia tiene demasiados problemas. Empezando por los econ¨®micos: tensiones inflacionistas, bolsa en ca¨ªda libre, dinero extranjero en desbandada, rumores de devaluaci¨®n del rublo e intereses por las nubes. Ayer mismo subi¨® el tipo de intervenci¨®n desde el 28% al 42%. Lo que el pa¨ªs necesita como agua de mayo es un poco de estabilidad. Econ¨®mica y pol¨ªtica. Pero Yeltsin, en cuanto tiene ocasi¨®n, se dedica a extender la incertidumbre, aparentemente convencido de que la base de su poder estriba en que nadie m¨¢s que ¨¦l se sienta seguro.Ayer mismo, durante una reuni¨®n celebrada en el Kremlin con directivos de los principales medios de comunicaci¨®n rusos, el presidente asegur¨® que probablemente sea necesario destituir a "uno o dos" ministros. No dijo cu¨¢les pero, por si las dudas, precis¨® que seguir¨¢ en su puesto el jefe del Gobierno, V¨ªktor Chernomirdin. ?ste, que se encuentra en Davos (Suiza), donde asiste al foro econ¨®mico mundial, quiso mostrarse generoso con sus rivales y aclar¨® que los dos cachorros de la reforma econ¨®mica radical, Bor¨ªs Nemtsov y Anatoli Chub¨¢is, no abandonar¨¢n el Gabinete.
Foro de Davos
En los ¨²ltimos d¨ªas, diversos analistas han especulado con que el Foro de Davos (al que tambi¨¦n asiste Chub¨¢is a t¨ªtulo privado) est¨¢ sirviendo para que los grandes magnates decidan qui¨¦n, de entre los l¨ªderes del bando reformista, ser¨¢ su candidato, que en buena l¨®gica deber¨ªa coincidir con el de Yeltsin, cuya reelecci¨®n hicieron ellos posible. La batalla presidencial tiene ahora mismo a estos caballos del bando reformista en la l¨ªnea de salida:V¨ªktor Chernomirdin. 59 a?os. Es el favorito. Se lleva bien incluso con los comunistas. Es un superviviente nato. Lleva cinco a?os al frente del Gobierno. En los ¨²ltimos meses ha segado la hierba bajo los pies de Nemtsov y Chub¨¢is.
Yuri Luzhkov. 61 a?os. El alcalde que ha convertido a Mosc¨² en espl¨¦ndido (y deformante) escaparate de la nueva Rusia es muy popular en la capital, pero no tanto lejos de ella. Ha dicho repetidamente que no ser¨¢ candidato. O sea, que intentar¨¢ serlo.
Bor¨ªs Nemtsov. 38 a?os. El hoy vicejefe de Gobierno y antes gobernador de Nizhni Novgorod fue considerado durante meses como el delfin de Yeltsin, pero su estrella se ha apagado al rebufo de la p¨¦rdida de influencia de su aliado Chub¨¢is.
Grigori Yavlinski. 45 a?os. El l¨ªder de los liberales de Yabloko es tal vez el pol¨ªtico m¨¢s respetado. de Rusia. Muchos le ven como un magn¨ªfico primer ministro, pero pocos c¨®mo jefe de Estado.
Otros dos candidatos parten tambi¨¦n con alguna probabilidad:
Guennadi Ziug¨¢nov 53 a?os. Al l¨ªder comunista se le escap¨® el Kremlin en 1996 por el miedo al peligro rojo y el apoyo a Yeltsin del mundo del dinero y la prensa. Como jefe de la oposici¨®n muestra una moderaci¨®n que hasta sus bases consideran debilidad.
Alexandr L¨¦bed. 47 a?os. El ex general que logr¨® la paz en Chechenia obtuvo el 15% de los votos en la primera ronda electoral de 1996.
Para llegar a lo m¨¢s alto, conf¨ªa en que el pa¨ªs reclame un l¨ªder fuerte capaz de poner orden en el caos. En los ¨²ltimos meses, Chernomirdin ha consolidado sus posiciones hasta el extremo de que incluso ha replicado a Yeltsin cuando ¨¦ste le ha reprendido en p¨²blico. Es el hombre del momento, tiene fuertes conexiones en el mundo econ¨®mico y refuerza su imagen de que es la mejor opci¨®n para garantizar una sucesi¨®n no traum¨¢tica.
La ¨²ltima batalla de su guerra para eliminar a Nemtsov como rival se ha librado esta misma semana en torno a la direcci¨®n del monopolio el¨¦ctrico, cuyo jefe, Bor¨ªs Brevnov, ha sido objeto de un golpe de Estado que casi le cuesta la cabeza. Su predecesor en los tiempos sovi¨¦ticos, Anatoli Diakov, considerado un hombre de Chernomirdin, dirigi¨® la operaci¨®n. Brevnov, de 29 a?os, fue nombrado hace unos meses por Nerritsov.
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