Medidas de ahorro para una gruesa factura

Los pacientes de la sanidad p¨²blica ya saben lo que es renunciar a la financiaci¨®n de algunos de los f¨¢rmacos usados para dolencias menores. El Gobierno socialista aprob¨® en 1993 un real decreto de "financiaci¨®n selectiva de medicamentos" que los espa?oles bautizaron inmediatamente con el m¨¢s expresivo t¨¦rmino de "medicamentazo". Desde ese a?o, algunos analg¨¦sicos, anabolizantes, antiflatulentos y cremas para dermatitis leves se pod¨ªan seguir adquiriendo en la farmacia, pero pagando el 100% de su precio; sin ayuda p¨²blica.El anuncio oficial se hizo el 28 de septiembre de 1991, cuando era ministro de Sanidad y Consumo el socialista Juli¨¢n Garc¨ªa Valverde. La intenci¨®n del ministerio era reducir el incremento p¨²blico del gasto farmac¨¦utico, que se situaba entonces en el 16% anual; y conseguir que s¨®lo creciera un 8% en una primera fase.

El 22 de enero de 1993, el Consejo de Ministros aprob¨® el Real Decreto por el que cerca de 800 medicamentos quedaban excluidos de la receta de la Seguridad Social, presentado ya por el ministro Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n. Dicho real decreto sobre "financiaci¨®n selectiva de medicamentos" fijaba dos listas de f¨¢rmacos. La primera de ellas recog¨ªa tres grupos terap¨¦uticos que quedaban definitivamente excluidos de la receta p¨²blica. La segunda ampliaba el n¨²mero de productos de pago reducido -para enfermos cr¨®nicos-, pero elevaba la aportaci¨®n de los pacientes al 10% de su coste, si bien ¨¦ste no podr¨ªa superar las 400 pesetas.

En t¨¦rminos econ¨®micos, los cerca de 800 productos excluidos supusieron en 1991 m¨¢s de 22.000 millones de pesetas, por lo que las expectativas de ahorro eran tambi¨¦n ambiciosas. No obstante, la cantidad resulta peque?a si se la compara con el montante global de la factura farmac¨¦utica de ese a?o: 725.000 millones de pesetas. Esa cifra superaba el presupuesto destinado entonces al Ministerio de Defensa.

Los productos excluidos se caracterizaban por su bajo coste, y estaban clasificados en tres grupos:

1.- Higiene o s¨ªntomas dermatol¨®gicos. Dermopat¨ªas menores, como verrugas y callosidades, tambi¨¦n champ¨²s medicinales para la caspa y preparados dermatol¨®gicos para la sudoraci¨®n excesiva.

2.- Suplementos alimenticios, anabolizantes y productos contra la obesidad.

3.- S¨ªntomas menores: antifiatulentos y anti¨¢cidos, protectores hep¨¢ticos, antiestam¨ªnicos t¨®picos, antis¨¦pticos, descongestivos y preparados oftalmol¨®gicos.

El 6 de abril de 1993 se public¨® la orden ministerial que regulaba la selecci¨®n de medicamentos, la denominada lista negativa de 740 f¨¢rmacos excluidos de la Seguridad Social. Esta orden entr¨® en vigor el d¨ªa 25 de julio de ese mismo a?o.

Los representantes de los colegios m¨¦dicos contestaron fuertemente el contenido del Real Decreto desde sus primeras redacciones, ya que entend¨ªan que la medida restring¨ªa la libertad de prescripci¨®n de los facultativos. Por este motivo llegaron incluso a recurrir la normativa. A ¨²ltima hora, consiguieron de Sanidad el compromiso de elaborar unas recetas especiales para que los m¨¦dicos pudieran seguir prescribiendo medicamentos no subvencionados, aunque los tuviera que pagar el paciente. Tampoco Farmaindustria acogi¨® bien la medida. Veinte laboratorios quedar¨ªan, dijeron, gravemente perjudicados.

IU critic¨® el real decreto porque, a su juicio, supon¨ªa la agresi¨®n a unos derechos sociales adquiridos y a pensionistas y enfermos cr¨®nicos.

La reacci¨®n del PP, que acogi¨® con entusiasmo el nuevo t¨¦rmino de medicamentazo, fue virulenta. Su entonces portavoz de sanidad, Enrique Fern¨¢ndez Miranda, en una entrevista publicada en Abc, lleg¨® a prometer la anulaci¨®n del medicamentazo: "Nosotros vamos a volver a incluir todos los medicamentos ahora excluidos. Todo el arsenal terap¨¦utico, todo medicamento que est¨¦ registrado, debe estar a disposici¨®n del m¨¦dico y del paciente, y el que no valga, que se retire".

Con el tiempo, el PP termin¨® pidiendo excusas p¨²blicas por su actitud, m¨¢xime cuando el ministro de Sanidad del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Jos¨¦ Manuel Romay, apost¨®, reci¨¦n llegado al cargo en junio de 1996, por medidas de racionalizaci¨®n del gasto farmac¨¦utico, lo que los socialistas aplaudieron. No obstante, ?ngeles Amador, portavoz de Sanidad del PSOE, explic¨® que apoyaba la medida siempre que se tratase de racionalizar el uso del medicamento, no de una mera medida d¨¦ ahorro.

Lo cierto es que el medicamentazo, a?adido a otras medidas de ahorro -control del fraude o control del gasto farmac¨¦utico en los hospitales- ha conseguido contener la factura p¨²blica, que de aquel aumento anual del 16% anual de 1991 ha pasado al 4,7% en el ¨²ltimo ejercicio (en el territorio competencia del Insalud). El gasto farmac¨¦utico del sistema nacional de salud se eleva actualmente a unos 830.000 millones.