Eve al desnudo

Madrid la conoci¨® hace tres pasarelas; entonces era m¨¢s callada. Su cabeza ha sido siempre el punto de atenci¨®n: cuando va rapada se ve la serpiente tatuada que se enrosca sobre una piel perfecta y blanqu¨ªsima hasta lo transparente.La canadiense Eve Salvail entreabre los labios como si una estrella del Hollywwood de los cuarenta se tratase. No teme a la c¨¢mara ni a los focos y su indiferencia a los aplausos es una estudiad¨ªsima t¨¦cnica de distanciamiento que le ha hecho la favorita de modistas desde la alta costura hasta el pr¨¦t-¨¢-porter de prestigio. Ha aparecido en el cine y ahora, a diario, su esqueleto de firme cintura axial es uno de los reclamos del canal Fashion. Pero ella siente y padece, es casi mortal cuando se va a bailar despu¨¦s de los desfiles al madrile?o Mad de la calle Virgen de los Peligros. Ella misma parece una virgen en peligro de desmayar entre el tecno duro y su andar de diosa con enigma bajo las sedas. Lenta pero segura en pasarela, Eve es una nueva musa para el siglo XXI.