La tempestad Gandhi recorre India
Sonia, la viuda de Rajiv y nuera de Indira, lleva hoy a las urnas el legado pol¨ªtico que quiere salvar para su hija
M¨¢s de 300.000 deidades, grandes y peque?as, se apelotonan en el pante¨®n del hinduismo y a ellas se ha a?adido en las ¨²ltimas semanas la rutilante estrella de Sonia Gandhi, La Viuda de la Naci¨®n, La Emperatriz Viuda, La Duquesa, La Esfinge o, sencillamente, Sonia, una deidad pol¨ªtica cuya fuerza no probada hasta la fecha se somete hoy por primera vez, y de forma indirecta, a la rev¨¢lida de las urnas en las elecciones de India, donde tambi¨¦n se votar¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas 22 y 28 de febrero y 7 de marzo, dado que al pa¨ªs le resulta log¨ªsticamente imposible organizar la votaci¨®n en una sola jornada. Sonia Gandhi, de 51 anos, viuda de Rajiv, nuera de Indira -hija ¨¦sta de Jawaharlal Nehru, el primer l¨ªder de la India independiente-, es el precario eslab¨®n de enlace al que se agarra el centenario Partido del Congreso para invertir el curso de su carrera hacia la nada pol¨ªtica y trazar un puente entre el pasado de la dinast¨ªa Nehru-Gandhi y el futuro, que encarna Priyanka, hija de Sonia y ni?a de los ojos de millones de enfervorizados indios que ven en ella la reencarnaci¨®n de su asesinada abuela Indira y su l¨ªder en el siglo XXI.Sonia, como Rajiv -a quien conoci¨® cuando ambos estudiaban en Oxford, ella ingl¨¦s, como hija mimada de un constructor italiano, y ¨¦l ingenier¨ªa-, no quer¨ªa saber nada de la pol¨ªtica, pero no pudo evitar que su marido atendiera la llamada de Indira, cuando la primera ministra se encontr¨® sin heredero al morir en accidente a¨¦reo Sanjay, el hermano menor de Rajiv, que s¨ª amaba con pasi¨®n enfermiza el juego del poder. "Estaba segura de que el sistema aplastar¨ªa a Rajiv y le destruir¨ªa", tiene escrito sobre aquellos recelos Sonia, que por fin ha decidido saltar a la arena para defender la memoria de su marido e insuflar nueva vida al legado pol¨ªtico de la familia.
Rajiv, con el que Sonia se hab¨ªa casado a los 21 a?os, fue asesinado en 1991, sin poder aclarar un caso de presunta corrupci¨®n que dos a?os antes le hab¨ªa hecho perder las elecciones. La sangre vertida de Rajiv revitaliz¨® al Congreso lo suficiente para poner en marcha un plan de modernizaci¨®n econ¨®mica que avanza a trancas y barrancas, pero no tanto como para que en las elecciones de 1996 el Congreso de pol¨ªticos profesionales corruptos fuera castigado con el peor resultado de su historia y se viera humillado hasta el extremo de verse convertido en la tercera fuerza en el Parlamento: el Congreso de la gran historia de la India moderna, el partido que gobern¨® durante 40 de los 50 a?os de la India independiente, se ve¨ªa forzado a ser mero comparsa y apoyar desde fuera a un Ejecutivo de centro-izquierda formado por el Frente Unido, una heterog¨¦nea coalici¨®n de 113 partidos.
Tras a?o y medio de incertidumbres, bandazos y debilidades, el Congreso se lo jug¨® a todo o nada, forz¨® la ca¨ªda del Frente Unido e impetr¨® a Sonia que saliera a defender lo que hab¨ªa sido la raz¨®n de ser de su familia. La Esfinge, maestra en la administraci¨®n de los silencios, asinti¨®, y su irrupci¨®n en la campa?a ha dado un vuelco al paisaje pol¨ªtico: un Congreso desnortado ha ganado credibilidad y vigor y ha frenado en seco la carrera ascendente de su gran rival, el nacionalista hind¨² Bharatiya Janata, Party (BJP, Partido del Pueblo de la India), que contaba con ganar estas elecciones y formar, por fin, el Gobierno que se le escurri¨®, entre los dedos en 1996.
Sonia no quiso disputar el esca?o familiar que el Congreso le ten¨ªa reservado ni permiti¨® que lo hiciera Priyanka. "Voy a dedicarme a ayudar al Congreso y a reforzarlo. El que no sea candidata no quiere decir que sea menor mi inter¨¦s por el partido", dijo a las 40.000 personas que acudieron a verla como quien acude a ver una aparici¨®n. Era un mitin a media campa?a y fue la ocasi¨®n en que el impopular y octogenario presidente del partido, Sitaram Kesri, le cedi¨® p¨²blicamente la primogenitura del Congreso, entre aclamaciones: "Al aceptar el legado de los Nehru-Gandhi ha demostrado que es la l¨ªder. S¨®lo ella puede dirigir el pa¨ªs".
La Viuda de la Naci¨®n, vestida con el tradicional sari de las indias, inici¨® su personal campa?a de salvaci¨®n del Congreso en Sriperumbudur, en el sur del pa¨ªs, cerca de Madr¨¢s, a pocos metros de donde cay¨® asesinado su marido. Estuvo r¨ªgida y con poca confianza" saludando mec¨¢nicamente a unas 10.000 personas que aplaudieron con m¨¢s fuerza a Priyanka, de 25 a?os, m¨¢s apasionada que su madre y con un dominio de la lengua que a ella se le escapa, no en vano Sonia lee sus discursos en hindi con transcripci¨®n a los caracteres latinos.
Pero desde aquel acartonado comienzo, Sonia no ha hecho m¨¢s que ganar seguridad, y la que en alg¨²n momento fue peyorativamente descrita como un ama de casa italiana con ¨ªnfulas de dirigir un pa¨ªs de 950 millones de personas, se ha convertido en una acerba cr¨ªtica tanto del BJP y de su programa acentuador de divisones religiosas como de la corrupci¨®n y de la injusticia, al tiempo que defend¨ªa la memoria de su marido, acompa?ada unas veces por Priyanka y otras por Rahul, su primog¨¦nito, de 27 a?os, llegado expresamente para apoyar a su madre desde el Reino Unido, donde vive, dedicado a los negocios y ajeno a la pol¨ªtica. En su campa?a, Sonia ha hecho de abogada de las mujeres, de los ni?os, de la minor¨ªa musulmana, de los desvalidos... Un programa que, unido a la leyenda del apellido, ha hecho corear a las masas enfervorizadamente: "Una tempestad recorre el pa¨ªs, una nueva Indira Gandhi".
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