Fracaso de Ana Galindo

La ¨²nica esperanza de medalla en unos inmensos Juegos de Invierno para el deporte espa?ol se frust¨® en menos de 20 segundos. Apenas pasadas las primeras puertas del gigante, en la ladera del monte Higashidate, la espa?ola no pudo mantener la trazada y se fue al suelo. Era una sola tirada de moneda y sali¨® cruz. Los pron¨®sticos, la verdad, tampoco eran demasiado optimistas. En su deb¨² ol¨ªmpico, Ana, con 24 a?os, una gran esquiadora con m¨¢s t¨¦cnica y agallas que f¨ªsico (1,56 metros y 53 kilos) se sent¨ªa muy presionada y adem¨¢s con las rodillas muy delicadas. La Federaci¨®n Espa?ola, un fallo m¨¢s, tampoco supo aislarla lo suficiente. Ella misma lo confes¨® antes de disputar la prueba: "Cuando he estado esquiando y entrenando arriba me he encontrado muy tranquila, pero al bajar a la Villa, los periodistas... Me siento un poco presionada y nerviosa. Noto que la prensa me ha dado mucha presi¨®n porque siempre me coloca el cartel de ¨²nica esperanza y a m¨ª esto no me gusta".Ana decidi¨® no correr el d¨ªa antes el eslalon para no perjudicar su gran objetivo, el gigante. All¨ª, en el eslalon, la granadina Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda toc¨® una meritoria primera flauta en ¨¦stos Juegos al conseguir un digno y sorprendente 14? puesto, el mejor de su vida en la prueba. Hilde Gerg, una alemana m¨¢s, impidi¨® por s¨®lo seis cent¨¦simas la victoria de Deborah Compagnoni.