Ofensiva contra el 007 escoc¨¦s
La prensa airea unas declaraciones machistas de Sean Connery que podr¨ªan dejarle sin el t¨ªtulo de sir
Ni el jefe de Spectra, la mal¨¦fica organizaci¨®n inventada por Ian Fleming para destruir a James Bond, pod¨ªa haberse imaginado una mejor conjura para tratar de deshonrar a Sean Connery, consagrado en el mundo del cine por haber dado vida al c¨¦lebre agente 007. Pero intrigas pol¨ªticas de gran calibre parecen haber conseguido bloquear un reconocimiento de la corona brit¨¢nica al enorme talento del polifac¨¦tico actor y baluarte del nacionalismo escoc¨¦s, que ayer eligi¨® el anonimato de California para ignorar con el silencio a sus detractores en el Reino Unido.
Connery, aparentemente, no piensa decir m¨¢s ante la tormenta que se abate desde el domingo, el d¨ªa que el Mail on Sunday proclam¨® a toda p¨¢gina que Donald Dewar, amigo cercano del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, y su secretario para los asuntos de Escocia, hab¨ªa capitaneado la oposici¨®n para que Connery se convirtiera en sir Sean a sus 67 a?os de edad.
Uno de sus amigos, un pr¨®spero italiano, compa?ero de golf en Marbella, dijo ayer sucintamente a EL PA?S que el actor estaba "ilocalizable en Am¨¦rica". "Estoy profundamente decepcionado, pero no enojado ni grandemente sorprendido", es la ¨²nica frase que a Connery le atribuye la prensa brit¨¢nica.
El t¨ªtulo honor¨ªfico que en los ¨²ltimos a?os ya ha premiado en diversos grados la carrera profesional de personajes como Anthony Hopkins, Andrew Lloyd Weber, Paul McCartney y Elton John, entre otros muchos, fue aparentemente vetado cuando el nombre de Connery se barajaba entre los que iban a ser investidos con el codiciado t¨ªtulo caballeresco. Seg¨²n la versi¨®n del Mail, Dewar y uno de sus m¨¢s estrechos 'colaboradores', Sam Galbraith, pusieron a Connery en el punto de mira por su abierto y entusiasta apoyo a la causa independendista del Partido Nacionalista Escoc¨¦s, adversario del Gobierno laborista de Blair en Edimburgo. Si Connery era convertido en sir Sean, su popularidad en el campo de los que quieren un estado Escoc¨¦s distinto y pol¨ªticamente distante de Londres habr¨ªa aumentado en grado superlativo.
Tras su activa participaci¨®n a favor de la causa nacionalista durante el refer¨¦ndum del a?o pasado que culmin¨® con la creaci¨®n de una Asamblea legislativa aut¨®noma en septiembre, los adversarios de Connery intensificaron sus ataques llam¨¢ndole: oportunista por su decisi¨®n de vivir en Marbella para eludir impuestos. Al arsenal contra el arquetipo del rom¨¢ntico aventurero moderno se sum¨® ayer la sugerencia p¨²blica de que detr¨¢s de esa figura seductora, de esa leyenda viril de capa y espada, voz persuasiva y un refinamiento capaz de encantar, con una copa de martini en la mano, a una cobra, hay un machista no del todo opuesto a aquel argumento de que, ocasionalmente, las bofetadas a las mujeres son aceptables.
El diario liberal The Guardian abordaba ayer precisamente el tema de la violencia dom¨¦stica como factor principal de la decisi¨®n de mantener a Sean Connery sin el t¨ªtulo de sir. Citando fuentes pol¨ªticas, resucitaba el impacto de las declaraciones que Connery hizo a la revista Vanity Fair en 1993 y en las cuales indic¨® que, en ciertas situaciones dom¨¦sticas, un ocasional sopapo a la se?ora va bien. "A veces las mujeres te hacen subirte por las paredes. Buscan el enfrentamiento total. Quieren una bofetada. Un manotazo... un manotazo es justificable cuando las alternativas se agotan, a pesar de las abundantes advertencias. Si una mujer es un incordio, si se comporta como una hist¨¦rica o se tira a la yugular constantemente, entonces hay que d¨¢rselo", dijo Connery en esa entrevista. Diane Cilento, la ex mujer de Connery, ha dicho que fue v¨ªctima de esa filosof¨ªa, una acusaci¨®n que ¨¦l ha negado reiteradamente.
Alex Salmond, el l¨ªder del Partido Nacionalista Escoc¨¦s, sostiene que detr¨¢s de la conspiraci¨®n contra Connery radica un af¨¢n por neutralizar una voz famosa y nacionalista. "Sean merece el honor de ser sir", dijo. Sean Connery tiene terreno para reclamar el t¨ªtulo como el hombre que encarn¨® mejor que nadie a un agente secreto m¨¢s leal a la corona que muchos de los pol¨ªticos que envidian su triunfo.
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