Un juez de Manos Limpias acusa al Olivo de mantener la corrupci¨®n
Fueron los h¨¦roes de Italia a partir de 1992, cuando el fiscal Antonio di Pietro tir¨® de la manta en un caso menor y descubri¨® un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n pol¨ªtica sin precedentes conocido internacionalmente como tangent¨®polis, que hizo a?icos a la Democracia Cristiana y al Partido Socialista Italiano.
Desde entonces, Manos Limpias ha sido s¨ªmbolo de infalibilidad en Italia. Al menos hasta el domingo, cuando las declaraciones de Gherardo Colombo, uno de sus miembros, acusando a la Italia del Olivo (la coalici¨®n de centro-izquierda gobernante) de ser fiel a la "historia de arreglos bajo cuerda y pactos ocultos" de la primera Rep¨²blica, han convulsionado la vida pol¨ªtica del pa¨ªs y han llevado a intervenir incluso al Vaticano.A juzgar por el tono de las descalificaciones, Gherardo Colombo, magistrado de Manos Limpias, el mismo que hace unas semanas fue aplaudido por la izquierda cuando en su papel de fiscal pidi¨® tres a?os de c¨¢rcel para el ex primer ministro, Silvio Berlusconi, es hoy el enemigo p¨²blico n¨²mero uno en Italia. Con ¨¦l su jefe, el prestigioso Francesco Saverio Borrelli, e, indirectamente, todos los componentes de Manos Limpias.
La manzana de la discordia es, nuevamente, la reforma pol¨ªtica que en estos momentos debate el Parlamento y que dar¨¢ paso a finales de 1999 a una nueva Constituci¨®n. Pues bien, dicha Constituci¨®n no es para los jueces de Manos Limpias otra cosa que el triunfo de la pol¨ªtica de "compromisos opacos" creada por la "sociedad del chantaje que ha controlado Italia los ¨²ltimos 20 a?os".
Seg¨²n Colombo, los jueces de Manos Limpias, lejos de haber desarticulado el sistema de la corrupci¨®n en Italia, "tocamos apenas la superficie". El fiscal asegura que son muchos los que tienen todav¨ªa "esqueletos en el armario". Sin mencionarlo expl¨ªcitamente, Colombo denuncia la existencia de un amplio y oscuro compromiso entre el centro-izquierda y el centro-derecha para cerrarles la boca.
Duras palabras que han levantado una oleada casi un¨¢nime de cr¨ªticas. "La historia de Italia no es una historia criminal", se defend¨ªa indignado el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Luciano Violante, mientras el ministro de Justicia, Giovanni Maria Flick, amenaza con sanciones al magistrado. Dirigentes de la Izquierda Democr¨¢tica, de Fuerza Italia y el l¨ªder de la derecha, Gianfranco Fini, han condenado a Colombo. L'Osservatore Romano critica al magistrado por haber "reducido la historia de la Italia de la posguerra a una desconcertante teor¨ªa del chantaje".
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