Predecir el oc¨¦ano
El oc¨¦ano ejerce el control del clima. Los cambios de circulaci¨®n de sus corrientes oce¨¢nicas producen Ni?os an¨®malos, glaciaciones, sequ¨ªas; en esencia, cambios clim¨¢ticos. Sobre el oc¨¦ano se realiza el transporte de mercanc¨ªas en la aldea global que es ahora la Tierra. En el oc¨¦ano est¨¢ una de las fuentes esenciales de alimentos para sus pobladores. El movimiento de las aguas produce accidentes de forma constante y las pesquer¨ªas se est¨¢n agotando. Las olas y las tormentas causan da?os considerables en las costas.La idea de nuestra civilizaci¨®n occidental de controlar la naturaleza pasa en este caso por conocer y predecir el funcionamiento del oc¨¦ano. Tenemos ideas bastante correctas de c¨®mo funciona el oc¨¦ano, pero no lo sabemos con rigor. No podemos predecir la evoluci¨®n de las corrientes marinas ni de las temperaturas y salinidades del mar de una forma exacta y rigurosa.
Estamos acabando el siglo XX. Llevamos 300 a?os de f¨ªsica y se nos plantea si el universo es realmente un ente de 10 o m¨¢s dimensiones. Nos preocupamos por investigar el comienzo del universo. Pero somos incapaces de resolver las primeras ecuaciones planteadas en la f¨ªsica: las ecuaciones de Newton. Cuando ¨¦stas se aplican a un sistema de muchas part¨ªculas id¨¦nticas en interacci¨®n, es decir, a un fluido, cuando este fluido es agua sobre una esfera en rotaci¨®n, desconocemos su soluci¨®n exacta.
?De qu¨¦ sirve plantear ecuaciones cada vez m¨¢s complicadas si somos incapaces de resolver las m¨¢s sencillas? El oc¨¦ano es un desaf¨ªo para la sociedad y para la f¨ªsica. La f¨ªsica trabaja con ecuaciones y observaciones. La resoluci¨®n de las ecuaciones depende de la existencia de mejores ordenadores y de un esfuerzo en los m¨¦todos de tratamiento de ecuaciones complejas. Pero sin observaciones, la soluci¨®n de las ecuaciones es un ejercicio acad¨¦mico.
El oc¨¦ano es dif¨ªcil de observar. Se precisa observar de forma continua su estructura tridimensional. Tenemos observaciones de su superficie hechas sin rigor por los barcos desde el siglo XIX, con rigor desde 1950. De la superficie tambi¨¦n tenemos datos de sat¨¦lites. Para obtener la estructura tridimensional es preciso hacer campa?as de medida mediante barcos oceanogr¨¢ficos y, sobre todo, fondear y mantener boyas de medida.
EE UU mantiene una serie de boyas fijas a lo largo del Pac¨ªfico ecuatorial, boyas a la deriva en la cuenca del Pac¨ªfico, otras cerca de sus costas y va a instalar algunas boyas en el Atl¨¢ntico ecuatorial. Europa tiene boyas de medida de oleaje en Noruega, Holanda, Reino Unido, Italia y Grecia. Pero el conjunto m¨¢s completo de sistemas de medida del oc¨¦ano cerca de las costas lo tiene en estos momentos Espa?a, gracias a una iniciativa de Puertos del Estado y del Centro de Estudios y Experimentaci¨®n del Ministerio de Fomento.
A finales de 1998 habr¨¢ en torno a las costas espa?olas nueve boyas oceanogr¨¢ficas complejas, unas 24 boyas de medida de oleaje escalar, cuatro boyas de oleaje direccional, cinco radares de medida de oleaje, 14 mare¨®grafos y 30 estaciones meteorol¨®gicas costeras. Estos sistemas proporcionan los datos en tiempo real a los modelos que hacen la predicci¨®n de la evoluci¨®n del oc¨¦ano; datos y salidas de modelos se archivan d¨ªa a d¨ªa con un estricto control de calidad. Estos archivos son lo que permite mejorar el conocimiento del oc¨¦ano.
El conjunto de datos en tiempo real, predicci¨®n y archivo se conoce como oceanograf¨ªa operacional. En toda Europa se est¨¢n dise?ando los instrumentos administrativos, en forma de institutos o agencias, para realizarla. Espa?a est¨¢ en la mejor posici¨®n en este momento para liderar la actividad de la oceanograf¨ªa operacional en Europa, pero se necesita el compromiso firme y decidido del Gobierno, a trav¨¦s del organismo m¨¢s competente, para mantener el sistema instalado, los modelos y el equipo humano que la realiza en este momento de una manera excelente pero incompleta.
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