Una juez apoya el traslado de un preso transexual a un m¨®dulo de mujeres
Jes¨²s Lastra prefiere llamarse Mar¨ªa Jes¨²s y su estancia entre hombres en la c¨¢rcel de Villabona (Asturias), donde vive desde el 30 de diciembre, le resulta "peor que un campo nazi". Su petici¨®n de lograr el tercer grado [semilibertad] o el traslado a un m¨®dulo femenino ha sido o¨ªda por la juez de Vigilancia Penintenciaria, que ha pedido a Instituciones Penitenciarias que Mar¨ªa Jes¨²s sea internada en una celda individual y estudie su traslado.
La juez de Vigilancia Penitenciaria de Asturias, Berta ?lvarez Llaneza, dict¨® el 20 de enero pasado un auto ordenando a la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias que Mar¨ªa Jes¨²s Lastra Lamar sea internada en una celda indivual y que "se estudie la posibilidad de su traslado a un m¨®dulo de mujeres" a tenor de las especiales "circunstancias" del caso. Jes¨²s / Mar¨ªa Jes¨²s Lastra, de 27 a?os, natural de Gij¨®n, ingres¨® en prisi¨®n el 30 de diciembre pasado para cumplir dos a?os de condena por robar 29.951 pesetas y un chaquet¨®n en dos tiendas de Gij¨®n, en una de las cuales atac¨® con un aerosol a un vigilante, en junio de 1996. Durante una anterior estancia entre rejas hab¨ªa protagonizado una dura batalla jur¨ªdica -que gan¨® entonces- por su pretensi¨®n de hacer valer su derecho a vestir ropas de mujer, pese a estar recluida en un m¨®dulo de hombres. Ante el horizonte de tener que volver a prisi¨®n, Lastra se dirigi¨® el pasado oto?o al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria pidiendo que se tuviera en cuenta su condici¨®n de transexual, es decir, que tiene cuerpo y mente de mujer aunque en su DNI y en todos los legajos conste como var¨®n. En v¨ªsperas de la ¨²ltima Nochevieja, Mar¨ªa Jes¨²s entr¨® en prisi¨®n. "La direcci¨®n del centro penitenciario de Villabona ignora su condici¨®n de transexual y le ingresa en el m¨®dulo 3, donde se encuentran varios reclusos por delitos contra la libertad sexual", seg¨²n la Asamblea Ciudadana por las Libertades de Gij¨®n. La magistrada coincide en que esa galer¨ªa "no parece ser la m¨¢s adecuada". Tras cursar la correspondiente queja ante la juez ?lvarez Llaneza, ¨¦sta ha reiterado lo que ya hab¨ªa expuesto el 11 de octubre de 1997 y aconseja que se recluya al transexual en una celda individual, a la vez que promete que "se estudiar¨¢ el m¨®dulo m¨¢s adecuado a sus caracter¨ªsticas, incluyendo la posibilidad de su traslado al de mujeres". Adem¨¢s de recordar a la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias "la petici¨®n de creaci¨®n de un m¨®dulo espec¨ªfico" para transexuales, la juez se?ala que "nada cabe objetar al tratamiento hormonal solicitado por Lastra, aunque advierte que deber¨¢ autorresponsabilizarse de sus posibles efectos secundarios. Como consecuencia de esta resoluci¨®n, las autoridades de Prisiones han llevado al transexual a una celda individual del m¨®dulo 4 -de hombres- y le han concedido el segundo grado penitenciario. Pero esto no satisface a Lastra, que sigue luchando por su traslado al m¨®dulo 10 -de mujeres- y por obtener el r¨¦gimen de semilibertad para desarrollar el trabajo que le ha concedido la Consejer¨ªa de Servicios Sociales del Principado. "Lastra es legalmente un hombre, un preso reincidente, e Instituciones Penitenciarias no puede concederle ahora mismo el tercer grado" [la semilibertad], seg¨²n un portavoz del departamento, al que se le plantea un dilema, tanto si le mantiene en un pabell¨®n de hombres como si decide hacerlo en uno de mujeres. "Estoy en unas circunstancias no deseables; esto es peor que un campo nazi", se queja Mar¨ªa Jes¨²s Lastra en un escrito enviado a EL PA?S. Jes¨²s Lastra empez¨® a sentirse Mar¨ªa Jes¨²s siendo adolescente. Con 15 a?os, comenz¨® a tratarse con hormonas. Cuando fue llamado a filas, el Ej¨¦rcito le excluy¨® de la mili nada m¨¢s ver sus pechos. Ahora es presidenta de la asociaci¨®n Soy como soy, que agrupa a una veintena de transexuales de Gij¨®n.
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