Primera subasta p¨²blica de tierra en la nueva Rusia
El pasado jueves, el mismo d¨ªa en que se cumpl¨ªan 45 a?os de la muerte de Iosif Stalin, se derrumb¨® hecha pedazos una de las ¨²ltimas paredes del edificio comunista que ¨¦l consolid¨® a costa de mucha sangre ajena. En Balakovo, provincia de Saratov, en el coraz¨®n de Rusia, se celebr¨® la primera subasta libre y p¨²blica de tierra desde 1917, cuando triunf¨® la revoluci¨®n bolchevique y se cambi¨® el curso de la historia.El alcalde de Balakovo, Alexei Surin, cree tambi¨¦n que est¨¢ haciendo historia y que la subasta de 20 lotes de tierra por los que el presupuesto municipal se ha embolsado unos 12 millones de pesetas abre una nueva era que, entre otras cosas, permitir¨¢ resucitar a un campesinado que nunca acab¨® de encontrar su lugar ni con la URSS ni con la nueva Rusia. Tal vez tenga raz¨®n el ex candidato presidencial Alexandr L¨¦bed cuando dice: "Primero hicieron que todo el mundo fuese a las explotaciones colectivas, y luego que las abandonase. El resultado es que ahora no hay ni campesinos ni explotaciones colectivas".
La propiedad estatal de la tierra es, sin duda, una anomal¨ªa en la Rusia que ha transitado a pasos de gigante por la senda que conduce del comunismo al capitalismo. El presidente Bor¨ªs Yeltsin est¨¢ decidido a que las reglas del mercado que ya funcionan a casi todos los niveles, a costa de graves desequilibrios e injusticias, se extiendan tambi¨¦n hasta la tierra, agr¨ªcola o no. Uno de los principales objetivos de su mandato es lograr que la Duma, dominada por comunistas y nacionalistas, acepte una ley que permita la compraventa con m¨ªnimas restricciones.
La oposici¨®n se niega. Y no exclusivamente por motivos ideol¨®gicos, sino porque teme que, si se abre la veda, el proceso termine como cuando, a partir de 1992, se empezaron a privatizar las grandes empresas el Estado. Por un pu?ado de rublos, r¨¢pidamente depreciados por el efecto de la hiperinflaci¨®n, unos cuantos magnates de nuevo cu?o se hicieron con el tejido industrial ruso, sin que eso se tradujera ni en un aumento de la producci¨®n ni del nivel de vida de la poblaci¨®n. De hecho, en los ¨²ltimos seis a?os, el producto interior bruto se ha reducido en cerca de un 60% y los salarios reales han ca¨ªdo estrepitosamente, aparte de que cobrarlos puntualmente se ha convertido en una excepci¨®n.
Frustrado por la resistencia de la Duma, Yeltsin tom¨® por la calle de enmedio y permiti¨® que las autoridades regionales desarrollasen su propia legislaci¨®n. El gobernador de Saratov, Dimitri Aiatskov, fue el primero que recogi¨® el testigo. El Parlamento local aprob¨® el pasado diciembre su ley de la tierra. La subasta del jueves en Balakovo es la consecuencia inmediata. Los incidentes fueron m¨ªnimos. Un grupo de jubilados nost¨¢lgicos del r¨¦gimen comunista enarbolaron pancartas en las que se denunciaba el acto como una verg¨¹enza para Rusia.
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