Juliette Binoche

Hoy no deseo escribir sobre conspiraciones, guerras frustradas, atentados indiscriminados, ladrones de guante blanco, bribones disfrazados de ingenieros, golpistas travestidos en dem¨®cratas, mujeres maltratadas o falta de libertad de expresi¨®n.No. Hoy deseo manifestar que entre nosotros, en esta Europa democr¨¢tica, euromedi¨¢tica, cercana para unos y tan distante para otros, habita una mujer que encierra y expresa en su mirada toda la tristeza y la alegr¨ªa de la vida. Que es actriz, pero que en cada gesto suyo, a pesar de ser actriz, creo percibir el halo inconfundible de la sinceridad, de la ternura, del inter¨¦s por las cosas realmente importantes de la existencia.

Deseo manifestar que, adem¨¢s de actriz, es una gran actriz europea, alejada de estridencias, revistas del coraz¨®n y sensacionalismos fuera de lugar. Una mujer que se expresa a trav¨¦s de la c¨¢mara siempre de manera elegante, intensa y armoniosa, ingredientes imprescindibles en aquellos que han descubierto algunas de las esencias y enigmas vitales.

Pero una de las cosas que m¨¢s me agradan de ella es que le intuyo un alma mediterr¨¢nea (es francesa, pero bien podr¨ªa ser espa?ola, italiana, griega o tunecina), subyugada por la libertad en todos los sentidos y por la inmensidad del mar, ese mar que puede ser borrascoso cuando su mirada expresa tristeza, y la antesala del para¨ªso cuando lo que expresa es alegr¨ªa y amor.-