Los expertos acusan de blanda la serie preferida de los ni?os brit¨¢nicos
Los Teletubbies (o Telegorditos), protagonistas de una de las series para ni?os m¨¢s populares de la BBC y vendida pr¨¢cticamente al mundo entero, entusiasman a los peque?os y dividen a los adultos. No son violentos, pero su inocencia y blandura no se corresponde con el mundo real, seg¨²n han puesto de relieve los asistentes al II Congreso Mundial de la Televisi¨®n Infantil, que se celebra esta semana en Londres. Pero la cadena p¨²blica brit¨¢nica defiende un programa, a su juicio, "alegre e instructivo".
Las televisiones auton¨®micas TV-3, Telemadrid, TVG y Canal Sur ya han adquirido las aventuras de Tinky-Winky, Dipsy, Laa-Laa y Po, los cuatro rollizos Telegorditos, tan famosos en el Reino Unido como en su d¨ªa lo fueron los internacionales mu?ecos de Barrio S¨¦samo. Los Telegorditos viven en una pradera donde las flores hablan, los conejos comen en paz y su aspirador particular s¨®lo engulle sus juguetes favoritos en un arranque de orden. El sol tiene rostro de beb¨¦ pl¨¢cido y sonriente que nunca gru?e. Corretean, bailan, toman natillas o tostadas y abundan en abrazos.Tan id¨ªlico escenario resulta ajeno a los ni?os de carne y hueso, "incapaces de aprender nada de unos personajes balbuceantes y con aspecto de extraterrestres", en palabras de Ada Haug, jefe de la programaci¨®n preescolar del canal p¨²blico noruego NRK, recogidas con especial atenci¨®n por la prensa brit¨¢nica.
Sus cr¨ªticas fueron secundadas durante la reuni¨®n por Patricia Edgar, de la Fundaci¨®n Australiana para la Televisi¨®n Infantil. Seg¨²n ella, la falta de retos o aut¨¦ntico aprendizaje "resulta regresiva para cualquier peque?o que haya superado la edad del balbuceo". Jill McCurdy, representante de la multinacional Warner Brothers, afirm¨® a su vez que el programa no preparaba a los ni?os para afrontar la maldad del mundo real.
La defensa corri¨® a cargo de Anne Wood, creadora del programa con la productora Ragdoll. En su opini¨®n, es una pena que los peque?os no tengan derecho a sonreir: "A esa edad [entre dos y cuatro a?os] viven en un mundo adulto que apenas comprenden. Con los Telegorditos adoptamos su punto de vista. Si r¨ªen est¨¢n confiados y ello es fortalecer¨¢". Para Roy Thompson, representante de la programaci¨®n infantil de la BBC, las investigaciones efectuadas hasta la fecha arrojan resultados muy satisfactorios: "La serie ayuda a desarrollar el lenguaje y, aunque parece s¨®lo entretenido, tambi¨¦n ense?a".
Las discusiones del congreso reflejan la pol¨¦mica desatada en el Reino Unido por uno de los programas m¨¢s comentados y analizados de la televisi¨®n. Partidarios y detractores se han enzarzado en debates verbales y escritos sobre los mu?ecos.
Para la BBC, las discusiones son bienvenidas. Los Telegorditos seguir¨¢n produci¨¦ndose y las ventas internacionales han reportado sumas millonarias. Hasta el momento, Sur¨¢frica, Nueva Zelanda, Holanda, Portugal, Singapur, Israel, China, EE UU y Jap¨®n ya los emiten.
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