La sonata como di¨¢logo civilizado

Con asistencia de la reina do?a Sof¨ªa se celebr¨® en el Auditorio Nacional un nuevo concierto de Anne-Sophie Mutter y Lambert Orkis dedicado a Beethoven en sus tres sonatas de la Opus 30 (1801). La extraordinaria violinista alemana (Rheinfelden, 1963) y el pianista Orkis son maestros como individualidad y en los g¨¦neros de c¨¢mara. Que una virtuosa sensacional como Mutter sea capaz de replegarse en la intimidad de la pura expresi¨®n musical en esa forma de di¨¢logo civilizado que, al decir de Goethe es la m¨²sica de c¨¢mara, me parece suprema lecci¨®n.Mutter ha hecho tr¨ªos de arco con Rostropovich y Giuranna, ha triunfado con las primeras orquestas, con Karajan de primero y ardiente defensor, dicta lecciones y desde 1987 mantiene la fundaci¨®n Rudolf-Eberie para promocionar j¨®venes int¨¦rpretes con talento.

Posee la violinista dos instrumentos hist¨®ricos a los que da vida cada d¨ªa: los stradivarius denominados El Emiliano, de 1703 y el llamado Lord Dunn Raven, de 1710; pero ni siquiera tales veh¨ªculos sonoros que parecen tener alma ser¨ªa nada sin el esp¨ªritu, la inteligencia y la humanidad de su ta?edora. Y si una artista fuera de serie precisa de instrumentos de m¨¢xima categor¨ªa, igualmente necesita de un colaborador excepcional a la hora dialogante de la sonata. Se nos da as¨ª la mejor m¨²sica tocada de la manera m¨¢s perfecta. El genio de Beethoven se manifiesta siempre y a trav¨¦s de cualquiera de sus estilos o maneras. As¨ª, en la Sonata en la mayor, con sus luminosas variaciones, en la admirable Sonata en do menor que nos llama desde su Intenso adagio, cuya cantabilidad adquiere en el d¨²o Mutter-Orkis matices siempre sorprendentes o en la Sonata en do menor, la tonalidad beethoveniana para tantos de sus momentos dram¨¢ticos.

Las tres obras tuvieron versiones ejemplares como lecci¨®n e inolvidables como experiencla art¨ªstica y la audiencia que colm¨® la sala grande del Auditorio respondi¨® con encendido y justo entusiasmo. Fueron imprescindibles las propinas, entre ellas el c¨¦lebre minueto, que Mutter lleva en volandas desde la m¨¢xima simplicidad a lo art¨ªstico y trascendente.