La falsa alarma del asteroide
Los asteroides y cometas son peque?os cuerpos de roca y hielo del sistema solar, como peque?os planetas, cuyo tama?o var¨ªa desde el tama?o de un bal¨®n de f¨²tbol hasta un tercio del de la Luna. Son restos de la formaci¨®n del sistema solar hace 4.500 millones de a?os. Seg¨²n c¨¢lculos de los expertos del centro Ames de la NASA, 2.000 asteroldes, de tama?o, como m¨ªnimo, superior a un kil¨®metro de di¨¢metro siguen trayectorias que se cruzan con la ¨®rbita de la Tierra, aunque s¨®lo cerca de 200 han sido localizados e identificados. Pero cada mes se descubren m¨¢s.La probabilidad de que uno de estos cuerpos, de tama?o suficiente para provocar una cat¨¢strofe de alcance planetario -unos dos kil¨®metros de di¨¢metro- choque contra nuestro planeta a lo largo del pr¨®ximo siglo es extremadamente peque?a, de una en 10.000.
La semana pasada, unos c¨¢lculos incorrectos del astr¨®nomo Jim Scotti, de la Universidad de Arizona, provocaron la alarma durante unas horas: el 26 de octubre de 2028 el asteroide 1997. XF11, un cuerpo de 1,5 kil¨®metros de di¨¢metro pasar¨ªa peligrosamente cerca de la Tierra y no se pod¨ªa descartar una colisi¨®n, aunque la probabilidad era peque?a. Estupefactos se quedaron sus colegas en muchos centros de investigaci¨®n al ver la comunicaci¨®n al respecto que pasaba la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional, encargada de poner al corriente rutinariamente a la comunidad cient¨ªfica de todo el mundo sobre nuevos hallazgos de astros. Estupefactos porque algunos de ellos hab¨ªan hecho los c¨¢lculos para 1997 XF11 hac¨ªa semanas y sus resultados descartaban ya el impacto.
A pesar de ello, volvieron a hacer n¨²meros con sus ordenadores: los complicados c¨¢lculos que consisten en prever la trayectoria futura del cuerpo teniendo en cuenta su posici¨®n actual, velocidad y las interacciones gravitatorias que puedan sufrir -lo que dificulta mucho el trabajo- ver si en alg¨²n momento del futuro las trayectorias de ambos cuerpos se cruzan en el espacio.
La probabilidad de impacto ha resultado ser pr¨¢cticamente cero: 1997 XF11 pasar¨¢ a 960.000 kil¨®metros de la Tierra, dos veces y media la distancia de la Tierra a la Luna, declar¨® el viernes Don Yeoman, cient¨ªfico del Jet Propulsion Laboratory (NASA). Coment¨® tambi¨¦n que no entend¨ªa por qu¨¦ se hab¨ªa hecho un comunicado alarmista a la prensa antes de que los astr¨®nomos comprobasen los c¨¢lculos y anunci¨® una reuni¨®n pr¨®ximamente en Houston (EE UU) para analizar lo sucedido y tomar medidas para que no se repita. Otros observatorios del mundo, tras realizar sus c¨¢lculos y repasar sus archivos en busca de im¨¢genes del cuerpo celeste que hab¨ªa pasado desapercibido hasta que Scotti lo identific¨®, descartaron tambi¨¦n el choque. Brian Marsden, presidente de la UAI, reconoc¨ªa dos d¨ªas despu¨¦s del primer anuncio que las probabilidades de impacto eran menores de lo inicialmente calculado aunque no era imposible.
Ansia de notoriedad
Entonces, ?qu¨¦ est¨¢ pasando? "Creo que ¨²ltimamente se est¨¢ siguiendo una pol¨ªtica un poco desmedida de buscar notoriedad, por parte de todo el mundo. Parece que las cosas se hacen para salir en la prensa", comenta Asunci¨®n S¨¢nchez, directora del Planetario de Madrid. "Se corre mucho riesgo de caer en el descr¨¦dito. La ciencia tiene que ser seria, dar a conocer sus resultados cuando est¨¦n comprobados y tengan el m¨¢ximo grado de certeza posible, de modo que no se convierta en algo insulso y falto de credibilidad".Los astr¨®nomos llevan a?os vigilando y estudiando la poblaci¨®n de asteroides (cuerpos rocosos) y cometas (cuerpos de hielo sucio). Seg¨²n el estudio de referencia en la materia realizado por Clark R. Chapman y David Morrison, la probabilidad de que uno de estos cuerpos choque contra la Tierra con un efecto significativo pero de car¨¢cter local es de uno cada 1.000 a?os. Para un proyectil met¨¢lico y rocoso m¨¢s grande, de 250 metros de di¨¢metro, que har¨ªa un cr¨¢ter de cinco kil¨®metros de di¨¢metro con un efecto regional importante, el riesgo es de uno cada 10.000 a?os, mientras que uno mayor, de 600 metros de di¨¢metro, impactar¨ªa cada 70.000 a?os. Para un cuerpo de cinco kil¨®metros de di¨¢metro, de efectos catastr¨®ficos globales, el riesgo de impacto se sit¨²a en uno cada seis millones de a?os.
En torno a los 10 kil¨®metros de di¨¢metro tendr¨ªa el cuerpo que hace 65 millones de a?os choc¨® probablemente contra la Tierra haciendo un cr¨¢ter de 180 kil¨®metros de di¨¢metro y provocando alteraciones generalizadas que habr¨ªan producido extinciones masivas, incluida la de los dinosaurios. Pero es algo extremadamente raro en la historia de la Tierra; la probabilidad es que se produzca uno cada 100 millones de a?os, seg¨²n las estimaciones de Chapman y Morrison.
Las colisiones entre cuerpos del sistema solar fueron mucho m¨¢s frecuentes en los primeros tiempos tras su formaci¨®n que ahora, porque se cree que muchos asteroides se pulverizaron, otros chocaron contra los planetas y sat¨¦lites incorpor¨¢ndose a su masa y otros muchos fueron expulsados del sistema por los efectos gravitatorios.
Entre la ¨®rbita de Marte y la de J¨²piter se sit¨²a el cintur¨®n de asteroides. Seguramente es el material de construcci¨®n de un planeta frustrado, que no se pudo formar entre el sistema solar interior y el exterior porque este planeta gigante, con su enorme efecto gravitatorio no lo permiti¨®, comenta S¨¢nchez.
"Seg¨²n c¨¢lculos muy recientes realizados por astr¨®nomos del JPL con los archivos del telescopio espacial HubbIe, puede haber unos 300.000 asteroides, de tama?o entre uno y tres kil¨®metros de di¨¢metro", contin¨²a. Hasta ahora se han medido las ¨®rbitas de 8.319 asteroides del cintur¨®n y un n¨²mero aproximadamente igual se ha visto pero no confirmado.
Debido probablemente a la influencia de J¨²piter existen unas zonas prohibidas para los asteroides en aquella zona, de manera que si uno de estos cuerpos llega all¨ª sale despedido hacia el interior del sistema solar. Algunos de ellos emprenden ¨®rbitas que se cruzan con la de la Tierra y si coinciden con ella en el espacio y el tiempo, puede darse el choque, pero la mayor¨ªa son cuerpos peque?os que se queman al entrar en la atm¨®sfera y se ven como estrellas fugaces.
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