La sentencia del ¡®caso Arny¡¯ disipa la sospecha que pesaba sobre los acusados m¨¢s famosos

El caso Arny se deshinch¨® ayer con la absoluci¨®n de los m¨¢s famosos acusados en este proceso por prostituci¨®n de menores. La Audiencia de Sevilla no hall¨® pruebas contra 32 de los 48 acusados, y considera que las contradicciones y, en algunos casos, la ¡°animadversi¨®n¡± de los testigos hacia varios procesados obliga a dejar libre a la mayor¨ªa de los trabajadores del famoso local sevillano y a casi todos los clientes, entre ellos los cantantes Jes¨²s V¨¢zquez y Javier Gurruchaga, el humorista Jorge Cadaval, el juez de menores Manuel Rico Lara y Antonio Tejado, hermano de la cantante Mar¨ªa del Monte.

No obstante, la sala ha condenado a los dos principales promotores del bar, a ocho empleados y a seis clientes -incluido Ram¨®n de Carranza, marqu¨¦s de Sotohermoso- por haber prostituido a menores.Decenas de periodistas y abogados se concentraron ayer en el edificio de la audiencia para recoger la sentencia que cerraba en Sevilla un juicio largo y proceloso que ha sacudido Andaluc¨ªa. Un agente llev¨® en un carrito de hipermercado las fotocopias, que hab¨ªan dormido en la caja fuerte de la Secci¨®n Tercera de la Audiencia. Las 72 p¨¢ginas (s¨®lo 70 para los periodistas al ocultarse los nombres de los 59 testigos menores de edad) expresan que ha quedado probado que en el Arny se prostitu¨ªa a menores; y explican detalles escabrosos de las relaciones sexuales mantenidas al abrigo del bar, descritas en los cinco meses de juicio.

Los fundamentos de derecho del fallo, del que ha sido ponente el magistrado Angel Salas, arrancan desestimando una sentencia del Supremo del 12 de enero pasado, seg¨²n la cual no cometen un delito de prostituci¨®n "quienes comercian carnalmente de manera directa con personas ya prostituidas". La sala entiende, por el contrario, que "resulta irrelevante que el menor o menores cuya prostituci¨®n se favorezca se encuentren ya prostituidos, ya que siempre se espera o es posible una regeneraci¨®n que indudablemente se dificulta con los nuevos actos de prostituci¨®n, que le hunden m¨¢s".

Abono de un precio

El tribunal asegura que el art¨ªculo 187 del, nuevo C¨®digo Penal castiga "no s¨®lo a quienes explotan, facilitan, favorecen o se aprovechan de la prostituci¨®n de un menor, sino tambi¨¦n a quienes mantienen relaciones sexuales a cambio de precio con esos menores". Adem¨¢s, afirma que " ser¨ªa absurdo sostener que, para el C¨®digo Penal vigente, a partir de los 12 a?os cualquier persona puede libremente decidir dedicarse al ejercicio de la prostituci¨®n, sin que a causa de ello, por entenderlo ejercicio de una libertad, recaiga sanci¨®n sobre quienes para obtener un goce realicen actos sexuales con esos menores y adolescentes merced al abono de un precio". Este fundamento es el que ha llevado a condenar a los seis clientes que se ha demostrado que mantuvieron relaciones sexuales con menores en el local Arny. Uno de ellos, Manuel Mora Waflar, ni siquiera lleg¨® a mantenerlas debido a un incidente con dos menores sobre qui¨¦n deb¨ªa realizar a qui¨¦n un coito anal, pero el tribunal considera que la mera negociaci¨®n del precio del acto sexual es la incitaci¨®n a la prostituci¨®n.En el caso del marqu¨¦s de Sotohermoso y Villapesadilla, el tribunal cree que la "mantenida y sincera declaraci¨®n" del testigo 48 "transmiti¨® la convicci¨®n necesaria" de que mantuvo un coito anal con el acusado, motivo por el que le condena a un a?o de prisi¨®n.

El resto de los clientes del Arny queda absuelto por falta de pruebas, debido a las contradicciones falta de credibilidad e incluso mentiras de los testigos. El testigo que sale peor parado es el n¨²mero 1, el ya mayor de edad Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez Barriga, quien present¨® la denuncia primera que abri¨® el caso Arny en marzo de 1994, y del que el tribunal dice: "Absolutamente ninguna credibilidad merece al tribunal habida cuenta de las m¨²ltiples declaraciones prestadas y contradicciones en que ha incurrido, ignor¨¢ndose cu¨¢ndo ha dicho la verdad, si es que alguna. vez la ha dicho". Este testigo fue el que acus¨® al juez de menores Rico Lara, y la Sala entiende que ten¨ªa "motivos de animadversi¨®r" hacia ¨¦l pues ¨¦ste retir¨® la guarda y custodia a la madre de aqu¨¦l y hab¨ªa decidido su internamiento en correccionales.

La condena m¨¢s dura ha reca¨ªdo sobre el due?o del Arny, Carlos Salda?a: 33 a?os de c¨¢rcel, de los que 18 son por haber facilitado seis relaciones sexuales entre clientes y menores y el resto por cinco actos mantenidos por ¨¦l mismo. Precisamerite son 18 a?os los que se han impuesto al encargado del pub, Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Losada, al que no le han valido los argumentos de que hab¨ªa colaborado con la justicia. Pese a lo elevado de las condenas, ambos cumplir¨¢n como m¨¢ximo el triple de la pena m¨¢s grave, es decir, nueve a?os. El resto de las penas van desde el a?o y nueve meses de Domingo Arnaldo Concha, Arny (el bailar¨ªn que di¨® nombre al pub), o los dos a?os al cliente Manuel Mora, al a?o impuesto a otros cinco clientes.