Las buenas intenciones
El sue?o de una ¨®pera espa?ola, paralela a la de otros pa¨ªses y con personalidad propia, no se limita al ¨²ltimo tercio del XIX. A¨²n persiste, y en ¨¦l se puede situar el esfuerzo denodado, pr¨¢ctico y te¨®rico, de varios compositores actuales, con Luis de Pablo a la cabeza. Pero la figura de Bret¨®n tiene un significado especial y se enclava en un debate m¨¢s amplio entre la elecci¨®n de ¨®pera o zarzuela como exponente de un tipo de creaci¨®n l¨ªrica espa?ola y, por supuesto, en el modelo preferido de espect¨¢culo que la burgues¨ªa culta del momento estaba dispuesta a apoyar.La recuperaci¨®n de Los amantes de Teruel -estrenada en 1889 en Madrid- tiene por encima de todo un valor cultural e hist¨®rico, al margen de su calidad, 14 teatros han coproducido este espect¨¢culo que se present¨® ya en Avil¨¦s el pasado agosto.
Los amantes de Teruel
DeTom¨¢s Bret¨®n. Edici¨®n cr¨ªtica. F. Bonastre. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Direcci¨®n musical: Jos¨¦ Ram¨®n Encinar. Direcci¨®n esc¨¦nica: Francisco L¨®pez. Con I. Egido, R. Pierotti, F. Vas, R. Esteves, P. Farr¨¦s, E. V¨ªana y J. J. Rodr¨ªguez. Teatro de La Zarzuela. 27 de marzo.
En Madrid est¨¢ defendido musicalmente de f¨®rma tit¨¢nica y palpitante por Jos¨¦ Ram¨®n Encinar. De ello se beneficia una partitura excesiva a lo Meyerbeer en su globalidad, y cuyos momentos musicales m¨¢s afortunados est¨¢n al final, en el pujante d¨²o del tercer acto entre Isabel y Diego, y en la totalidad del cuarto. A esas alturas, algunos espectadores hab¨ªan abandonado la sala. No carece la ¨®pera de m¨¦ritos en la instrumentaci¨®n, pero s¨ª adolece de cierta tensi¨®n dram¨¢tica. El autor de La verbena de la Paloma absorbe est¨ªmulos musicales europeos de diferentes procedencias y los combina a su manera. El resultado es desigual pero interesante.
Lo lamentable es que un esfuerzo de este calibre no se haya soportado Por un trabajo teatral m¨ªnimamente consistente, especialmente en el sentido narrativo y en una utilizaci¨®n m¨¢s ¨¢gil del lenguaje esc¨¦n¨ªco oper¨ªstico. El reparto vocal fue correcto, aunque no siempre los papeles encajaban con las cualidades de los cantantes. A destacar la fuerza que saca de un timbre ¨¢spero Inmaculada Egido, la l¨ªnea musical de Juan Jes¨²s Rodr¨ªguez, la consistencia de Raquel Pierotti y, por contraste, el incipiente belcantismo de Enrique Viana.
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