El Bar?a roza la perfecci¨®n
Los azulgrana, con Masip de estrella, a un paso de su 13? t¨ªtulo
El San Antonio apret¨® m¨¢s que el jueves, pero todo fue insuficiente ante la precisi¨®n de la maquinaria azulgrana, que dio otra lecci¨®n de balonmano excelso. Si la perfecci¨®n es imposible, el Barcelona est¨¢ cerca del l¨ªmite de lo posible. Una nueva victoria el martes en Pamplona (19.30, Canal +) le dar¨ªa el 13? t¨ªtulo de Liga, y el tercero consecutivo.Un maximalista puede mencionar los problemas fisicos del ca?onero Garralda, que menguan su rendimiento, y la lesi¨®n del p¨ªvot rumano Dedu, suplente de Shepkin. Pero pocos factores m¨¢s se pueden encontrar en un equipo cuyo portero suplente de ayer, por citar un ejemplo, es una de las vacas sagradas del balonmano: el sueco Tomas Svensson. Al otro, Barrufet, le llaman el parapenaltis.
Quien s¨ª estuvo en el campo fue el genial Masip. El debate sobre su calidad y estado de forma tiene unos l¨ªmites muy estrechos: se trata de aclarar si es el mejor jugador del mundo o uno de los cinco mejores. Mientras muchos aficionados se preguntaban probablemente si habr¨¢ alguna forma de templar sus graves discrepancias con el seleccionador Juan de Dios Rom¨¢n, Masip daba un recital. Su gol al filo del descanso, una preciosa y precisa colgada en combinaci¨®n con Cavar, es de los que se quedan: en la retina para siempre.
El caso es que el San Antonio no jug¨® mal en la primera parte. La actitud general y la concentraci¨®n eran claramente mejores que en el primer partido, y Buligan defend¨ªa bastante bien la porter¨ªa.
El maximalista ya citado podr¨ªa aducir que, ante la importante baja de Villaldea, el potente Kisielev deber¨ªa tirar m¨¢s; pero quiz¨¢ no lo haga por falta de costumbre: suele jugar s¨®lo para defender en la selecci¨®n rusa. Esa responsabilidad la asumi¨® Mart¨ªn con ¨¦xito. Los cinco goles de diferencia en el descanso a favor del Barca, que marc¨® cinco menos que el jueves en ese periodo, se explican por una raz¨®n muy concreta: cuatro contraataques, cuatro goles. As¨ª de escueta, la frase indica precisi¨®n extrema, mas no basta para glosar el maravilloso virtuosismo del cuadro de Valero Rivera. Dos pases fulgurantes -tanto, que los camar¨®grafos tienen problemas para seguir al bal¨®n- y el portero rival est¨¢ vendido. Adem¨¢s, no es f¨¢cil determinar en qu¨¦ porcentaje esos cuatro robos de bal¨®n se debieron a fallos en el ataque y a la intensidad defensiva del Barcelona.
Sobr¨® un tiempo
Una vez m¨¢s, el segundo tiempo sobr¨® en cuanto a la emoci¨®n porque los azulgrana aburrieron con su brillantez, sobre todo tras la segunda exclusi¨®n de Mart¨ªn. Valero Rivera lleva toda la temporada resaltando "la injusticia" de que su equipo tenga que jugarse el t¨ªtulo en diez d¨ªas tras barrer en la Liga regular. Cabe preguntarse si es consciente de la delicada s¨ªtuaci¨®n econ¨®mica-si se except¨²a a su club- y de la discutible capacidad de atracci¨®n del balonmano en Espa?a. En cualquier caso, la ausencia de los play off nos hubiera privado de las formidables exhibiciones de un equipo cuasiperfecto, el suyo.
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