La paz en el Ulster, al alcance de la mano
Los unionistas protestantes y los republicanos cat¨®licos acercan posiciones al proyecto de acuerdo
La paz en el Ulster llegar¨¢ con relativo retraso. Eso se desprend¨ªa en la larga madrugada del viernes de la lentitud que los negociadores de paz en Irlanda de Norte experimentaban en la recta final para lograr un hist¨®rico acuerdo. Las dificultades para llegar a un acuerdo hicieron que las conversaciones siguieran m¨¢s all¨¢ de las doce de la noche del jueves, que se hab¨ªa marcado como hora l¨ªmite para la firma de un acuerdo. Con todo, tras casi tres d¨¦cadas de violencia, unas cuantas horas contaban poco. El plan elaborado por el ex senador estadounidense George Mitchell era revisado por en¨¦sima vez, y todo parec¨ªa. indicar que protestantes y cat¨®licos se comprometer¨¢n a trabajar en el m¨¢s importante proyecto de paz de esta generaci¨®n.
Tanto fuentes cat¨®licas como protestantes admitieron a las tres de la madrugada del viernes que el acuerdo podr¨ªa demorarse hasta el amancer. John Taylor, segundo del Partido Unionista del Ulster (UUP), indic¨® que iban "cara a un acuerdo", aunque podr¨ªan necesitar de cinco horas m¨¢s. Tambi¨¦n fuentes del Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA), dudaron de que la firma de la paz llegara de forma r¨¢pida.Un hecho que el jueves inspir¨® confianza surgi¨® cuando los protestantes del UUP, de David Trimble, dieron su pleno respaldo al plan tras una disciplinada sesi¨®n de dos horas de su comit¨¦ ejecutivo. Ello elimin¨® autom¨¢ticamente los temores de un fracaso de ¨²ltimo minuto que podr¨ªa hacer descarrilar de forma definitiva el delicado proyecto iniciado en 1994.
A su llegada a la reuni¨®n del comit¨¦ en el centro de Belfast, el l¨ªder del UUP fue acogido con una amplia ovaci¨®n por parte de los miembros de la Ejecutiva de su partido. La otra cara la ofrecieron varios centenares de manifestantes protestantes, que irrumpieron de madugada en los jardines del castillo de Stormont mientras coreaban lemas contra el posible acuerdo, que calificaban de "traici¨®n", y hac¨ªan ondear banderas brit¨¢nicas.
Poder de veto
Clave para la s¨²bita aceleraci¨®n de las negociaciones fue la aceptaci¨®n protestante de un documento reformado, que contempla la concesi¨®n de poder de veto a los unionistas en las decisiones de las futuras instituciones norte-sur que deben regular las relaciones entre la rep¨²blica irlandesa y el Ulster.El texto exacto del documento final no se conoce, pero fuentes pr¨®ximas a las negociaciones afirman que se prev¨¦ la formaci¨®n de un equipo que combine la opini¨®n de unionistas y nacionalistas. Esas fuentes confirmaron lo que el Belfast Telegraph revelaba en su edici¨®n vespertina: dos ministros de Dubl¨ªn y dos representantes de la futura asamblea del norte -uno protestante y el otro, cat¨®lico- vigilar¨¢n las funciones de los organismos conjuntos.
En el complicado esquema de cosas que Londres y Dubl¨ªn est¨¢n empe?ados en concretar para cerrar el cap¨ªtulo de violencia en el Ulster, esas ideas implican un compromiso satisfactorio para los unionistas. Del campo republicano, el Sinn Fein, el brazo pol¨ªtico del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA), no se conoc¨ªan hasta anoche mayores objeciones, lo que multiplic¨® las razones para pensar en una soluci¨®n pr¨®xima.
Sin embargo, el presidente honorario del partido, Mitchel McLaughlin, expres¨® su preocupaci¨®n por la estrategia protestante: "A estas alturas estamos enmara?ados en un nudo con los unionistas y no vamos a ninguna parte". Horas despu¨¦s, en la intensa madrugada del viernes, insisti¨®: "Hay una serie de puntos de vista diferentes y de momento no hay ning¨²n acuerdo del que informar". En todo caso, el proyecto final de arreglo debe ser sometido a un refer¨¦ndum en ambos lados de la frontera el pr¨®ximo mes. Ese resultado dar¨¢ la pauta de la popularidad del plan en momentos en que persisten recelos de ambos bandos.
Horas antes de vencer el plazo, el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, hab¨ªa pronosticado un desenlace positivo. "Estamos aqu¨ª para completar un trabajo y eso es lo que vamos a hacer", hab¨ªa declarado tras su en¨¦sima reuni¨®n con el primer ministro irland¨¦s, Bertie Ahern, en el castillo de Hillsborough y luego en Stormont, la sede de las negociaciones.
Para Blair, la aprobaci¨®n del plan entra?a una importante victoria pol¨ªtica, ya que ning¨²n otro primer ministro brit¨¢nico en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas ha conseguido aplacar los odios y someter a sereno an¨¢lisis f¨®rmulas de posible soluci¨®n al enconado y viejo conflicto en Irlanda.
"Blair est¨¢ convencido de que todos los negociadores quieren hallar una soluci¨®n y de que los ocho partidos presentes en la mesa son serios representantes de una voluntad de paz", dijo uno de los asistentes del primer ministro brit¨¢nico. "Creo que siente una fuerza irresistible que prevalecer¨¢ frente a los obst¨¢culos que aparentan ser inamovibles", agreg¨®. "El primer ministro est¨¢ absolutamente decidido a hallar una soluci¨®n en el plazo fijado", apunt¨®, pero sin responder directamente a la pregunta de si esa prisa tiene que ver con su af¨¢n de reanudar sus funciones habituales en Londres antes de embarcarse de vacaciones de Semana Santa en Espa?a.
Un tanto demacrado, pero en ning¨²n momento nervioso, Blair hizo varias y breves apariciones para asegurar a los irlandeses de que su empe?o va en serio y que "nada detendr¨¢ la voluntad popular en favor de la paz".
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