La consagraci¨®n de ??igo Cuesta

Los buenos ciclistas no se transforman en extraordinarios de un d¨ªa para otro, pero al menor descuido pueden desarrollar su autoestima y abandonar el anonimato al que estaban suscritos. ?ste puede ser el caso de ??igo Cuesta, cuyo ¨¦xito en la XXXVIII Vuelta Ciclista al Pa¨ªs Vasco, relegando tras de s¨ª a corredores como Jalabert, Z¨¹lle, Boogerd o Garmendia, es un aldabonazo muy serio en su trayectoria profesional. As¨ª lo entiende el director deportivo del equipo ONCE, Manolo Saiz, quien abriga la esperanza de que el "efecto victoria" le permita salir del cascar¨®n y olvidar un pasado enigm¨¢tico. El vencedor de la ronda vasca ha borrado de un plumazo el car¨¢cter discreto y comedido (por la condici¨®n de sacrificado gregario) de su perfil. Ahora s¨®lo le resta corroborar las expectativas que ha levantado y hacerse de valer dentro del pelot¨®n internacional.Al amparo de un triunfo sonado y arrollador, Manolo S¨¢iz presiente un futuro muy halag¨¹e?o para el corredor nacido en Villarcayo (Burgos), aunque formado en Vizcaya desde muy temprano. Con 29 a?os, ??igo Cuesta se cubri¨® con el primer maillot amarillo de su carrera profesional, iniciada en el equipo Euskadi hace cinco a?os.

"Estoy feliz porque he conseguido una victoria en una carrera muy importante que se celebra en casa. Con este triunfo espero coger confianza y espero que no sea mi ¨²ltimo ¨¦xito como ciclista" declar¨® Cuesta tras entrar en meta y conocerse ganador de una prueba de prestigio. El vencedor se ha hecho un hueco entre los privilegiados del pelot¨®n, aunque ahora se le exigir¨¢ algo m¨¢s que acompa?ar fielmente a su jefe de filas.

El colof¨®n de la Vuelta al Pa¨ªs Vasco, con una contrarreloj de 25 kil¨®metros celebrada el viernes en Hernani (Guip¨²zcoa), s¨®lo sirvi¨® para ratificar el, dominio del ONCE y el fracaso del resto, a saber Z¨¹lle (Lotus), Garmendia (Banesto) y Boogerd (Rabobank), entre otros. Laurent Jalabert sum¨® la segunda victoria particular, marcando un registr¨® simplemente extraordinario (aventaj¨® en 1.10 minutos a Z¨¹lle), pese a que en el ¨²ltimo kil¨®metro suaviz¨® la intensidad de sus pedaladas para favorecer a I?igo Cuesta.

La autoridad del ONCE fue absoluta de principio a fin. Jalabert sentenci¨® media carrera en la etapa inicial y a partir de ah¨ª la sucesi¨®n de demostraciones hasta el cierre de la Vuelta result¨® insultante.

Las decepciones

Las grandes decepciones fueron Jan Ullrich y Abraham Olano, que practicaron el turismo por las carreteras vascas y ofrecieron una imagen deplorable. El vencedor del ¨²ltimo Tour de Francia se atranc¨® en un puerto de cuarta categor¨ªa y perdi¨® m¨¢s de siete minutos en la primera etapa. Olano sufre el mismo fen¨®meno. Le preocupa tanto el Tour que, al menor contratiempo, abandona. En la cuarta etapa (kil¨®metro 109) se fue al hotel. "Me he levantado cansado, con el pulso muy bajo. Pens¨¦ incluso en no tomar la salida", dijo.