Muertes, abusos y malos tratos

Los abusos y malos tratos de las fuerzas de seguridad portuguesas, reconocidos en diversos informes de organismos internacionales, como Amnist¨ªa Internacional, y del propio Gobierno luso, provocaron la creaci¨®n, en febrero de 1996, de la Inspecci¨®n General de la Administraci¨®n Interna (IGAI), organismo encargado de fiscalizar la actuaci¨®n de estos cuerpos, actualmente dirigido por el magistrado Antonio Rodrigues M¨¢ximiano.El mencionado magistrado admit¨ªa recientemente a este peri¨®dico que la legislaci¨®n lusa no protege debidamente a las v¨ªctimas de los abusos y la violencia policiales. Por ello hab¨ªa recomendado a las autoridades competentes el endurecimiento del r¨¦gimen disciplinario de las fuerzas de seguridad y el aumento de las penas para este tipo de delitos, as¨ª como la elaboraci¨®n de un nuevo estatuto que regule estr¨ªctamente el uso de las armas de fuego.

A juicio de Rodrigues M¨¢ximiano, la levedad de las penas para los autores y encubridores de estos casos, la lentitud de los procesos judiciales y la falta de transparencia sobre sus resultados han creado una sensaci¨®n de impunidad.

En los ¨²ltimos tres meses de 1996, cuatro j¨®venes murieron a manos de las fuerzas de seguridad por disparos accidentales, dolencias repentinas o en extra?as circunstancias. Uno de los casos fue archivado al concluirse que no existi¨® relaci¨®n entre la actuaci¨®n policial y la muerte del muchacho. Los otros tres est¨¢n a¨²n siendo investigados por las autoridades policiales y judiciales.

Asimismo, la justicia portuguesa ha condenado recientemente a los agentes que mataron y, decapitaron a un joven en la comisar¨ªa de Sacav¨¦m, en los alrededores de Lisboa, suceso que inspir¨® la ¨²ltima novela del escritor italiano Antonio Tabucchi, La cabeza perdida de Damasceno Monteiro.

Durante 1996, la IGAI abri¨® un total de 166 procesos disciplinarios a agentes de polic¨ªa, la mayor¨ªa por violencia f¨ªsica y abusos de autoridad. En 1995 fueron expulsados de las fuerzas de seguridad portuguesas un total de 41 agentes como consecuencia de otros tantos expedientes discipl¨ªnarios.