La bacteria 'C.pneumoniae', nuevo factor de infarto
La infecci¨®n por la bacteria Clamydia pneumoniae podr¨ªa ser causa del infarto de miocardio, as¨ª como de las otras dos formas de la enfermedad coronaria: la angina de pecho y la muerte s¨²bita.Las investigaciones m¨¢s recientes en este campo sugieren que ese microorganismo se sumar¨ªa a la cl¨¢sica lista de los factores que conllevan riesgo cardiovascular: hipercolesterolemia (colesterol alto), hipertensi¨®n, tabaquismo, obesidad, diabetes y sedentarismo.
En estos t¨¦rminos se expres¨® en Madrid Juan Carlos Kaski, profesor de cardiolog¨ªa de la universidad de Londres y especialista en el hospital Saint George, que intervino recientemente en una reuni¨®n cient¨ªfica internacional que con car¨¢cter anual organiza Arturo Fern¨¢ndez-Cruz, director del Centro de Prevenci¨®n Cardiovascular del Hospital Universitario San Carlos.
"Encontramos esta bacteria en el endotelio o pared interna de los vasos sangu¨ªneos", afirm¨® Kaski. "Se pone entonces en funcionamiento un complejo mecanismo, por el que se genera una serie de fen¨®menos inflamatorios y se acaba lesionando la pared endotelial. Va apareciendo as¨ª un proceso de arteriosclerosis, que causa una placa de ateroma, sustancia que a su vez va reduciendo la luz del vaso hasta poder llegar a obstruirlo totalmente".
La bacteria C. pneumoniae tiende a mantenerse en las c¨¦lulas de los alveolos respiratorios y despu¨¦s puede emigrar a las paredes arteriales, principalmente a las de las coronarias, llamadas as¨ª por rodear el coraz¨®n a modo de corona. Tambi¨¦n se puede hallar en otras grandes arterias, tales como la aorta o la car¨®tida, que resultan susceptibles de sufrir un proceso ateromatoso.
Este experto advirti¨® que por el momento no es posible determinar el modo en que act¨²a la bacteria: no se sabe si puede generar la aparici¨®n de la placa de ateroma o s¨®lo contribuye a acelerar su proceso de formaci¨®n, precipitando m¨¢s r¨¢pido la oclusi¨®n del vaso. "Diversos estudios que se est¨¢n haciendo en modelos animales, concretamente en conejos, demuestran que, cuando se introduce por v¨ªa intranasal este microorganismo, el animal desarrolla enfermedad arterioescler¨®tica", indica Kaski. "Lo cual nos hace pensar que podr¨ªa estar implicada en la g¨¦nesis de este proceso. Lo cierto es que es muy amiga de la placa de ateroma y ha sido encontrada post mortem en muestras de tejido ateromatoso".
Kaski naci¨® hace 46 a?os en la ciudad argentina de Mar de Plata y est¨¢ afincado en el Reino Unido desde hace 16, donde dirige un equipo de investigaci¨®n sobre este nuevo origen de la enfermedad coronar¨ªa.
Equipo pionero
Aunque en el mundo existen varios grupos que est¨¢n trabajando en torno a este tema, el equipo de Kaski ha sido pionero al realizar un estudio sobre el tratamiento de esta bacteria en pacientes coronarios, que fue publicado en julio de 1997 en la prestigiosa revista de cardiolog¨ªa Circulation."Estudiamos 72 pacientes de los 230 preseleccionados", explica Kaski, "por presentar ese grupo persistentemente el mayor t¨ªtulo de anticuerpos frente a C pneumoniae. En los tratados con azitromicina, un antibi¨®tico especialmente indicado en la infecci¨®n por este agente bacteriano, encontramos a los seis meses que el riesgo de sufrir un nuevo evento coronario era cinco menor que en los pacientes que hab¨ªan recibido placebo".
El tratamiento, seg¨²n este experto, dur¨® exclusivamente tres d¨ªas, como es lo habitual al utilizar este antibi¨®tico de una sola dosis diaria. Se van a ensayar nuevas pautas terap¨¦uticas m¨¢s prolongadas en el estudio Wizard, que acaba de comenzar. Este trabajo, que reclutar¨¢ a m¨¢s de 6.000 pacientes de todo el mundo, ser¨¢ coordinado desde Washington.
Tal como se?ala Kaski, se empez¨® a sospechar de la posible relaci¨®n entre C. pneumoniae y episodios coronarios cuando en los a?os ochenta diferentes estudios epidemiol¨®gicos realizados en Finlandia permitieron establecer una clara asociaci¨®n entre enfermedades respiratorias producidas por esta bacteria y la aparici¨®n de infarto, angina de pecho o muerte s¨²bita.
"Este mismo hecho", a?ade, ''f¨²e observado en Washington cuando en 1986 se describieron los primeros casos en humanos de infecci¨®n respiratoria por esta cepa y se relacionaron tambi¨¦n con la, enfermedad coronaria". El hallazgo, que podr¨ªa contribuir en gran medida a modificar el abordaje terap¨¦utico e incluso preventivo de la enfermedad coronar¨ªa, tiene parang¨®n con el que puso de 1 manifiesto el origen tambi¨¦n bacteriano de un gran n¨²mero de casos de ¨²lcera gastroduodenal.
"No obstante", matiza Kaski, "disponernos todav¨ªa de muy pocos datos y es preciso ser muy cautos al inferir conclusiones. Yo pienso que la bacteria es una causa m¨¢s y que de ning¨²n modo podemos olvidar los, factores de riesgo conocidos. Por tanto, tampoco tendr¨ªa ning¨²n sentido erradicar este agente con un tratamiento antibi¨®tico, si se descuida la tensi¨®n arterial, se tiene el colesterol alto o se est¨¢ obeso, por ejemplo"
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.