Pundonor y apuntadores

Para estar bien con una corrida de toros no hace falta cortar orejas. Todo depende del enemigo que el diestro tenga delante y de lo que sea capaz de hacer con ¨¦l. Por ello puede afirmarse que esta vez Miguel Rodr¨ªguez, con el peor lote de la corrida, estuvo muy bien. El primero, con la cara alta (como casi toda la corrida), andar¨ªn y prodigando derrotes, ya se encontr¨® con un Rodr¨ªguez valeroso y serio, acabando de una casi entera arriba, a pesar del derrote del animal. El cuarto, flojo de remos (como los tres ¨²ltimos), reserv¨®n y venci¨¦ndose sobre todo por el pit¨®n derecho, fue bien lanceado por Rodr¨ªguez, que tambi¨¦n banderille¨®, aunque con poca fortuna, porque el astado no le dejaba meter los brazos.

La faena fue un modelo de pundonor y sereno valor. Incluso se produjo una aparatosa cogida, pero Rodr¨ªguez lo pas¨® por los dos pitones con mucho riesgo y aguante, soportando incluso alg¨²n par¨®n de la res. Se le apreciaron leves lesiones, que no le impidieron continuar la lidia. La cuadrilla, con Curro ?lvarez al frente, tuvo que dar una ovacionada vuelta al ruedo.

C¨¦sar P¨¦rez tambi¨¦n tiene mucho valor, aunque ayer le sobraron los apuntadores, dos o tres, que constantemente le atosigaban desde el callej¨®n. El segundo meti¨® bien la cabeza en los enga?os y C¨¦sar lo salud¨® con unas excelentes ver¨®nicas. La primera parte de la faena fue excelente. Luego estuvo muy encima del toro y tuvo que recurrir al unipase. El quinto, un hermoso berrendo derrib¨® en varas, llegando con muchos problemas a banderillas y a la muleta. P¨¦rez no se afligi¨® y no se cans¨® de estar en la cara del animal.

?scar Higares estuvo muy voluntarioso, aunque poco centrado. El bien armado tercero no humillaba y se quedaba corto, pero el sexto (otro berrendo) se vio que pod¨ªa sac¨¢rsele m¨¢s partido. Higares tard¨® en verlo y decidirse, consiguiendo alg¨²n muletazo entregado, pero acab¨® dando la impresi¨®n de haber estado por debajo del toro.