Descarga hacia dentro

Cuando los m¨²sicos cubanos de aquellos a?os de noches enloquecidas terminaban con las respectivas orquestas con las que se ganaban la vida en clubes y cabar¨¦s, enfilaban directo a sus bares favoritos y all¨ª segu¨ªan, ya sin la disciplina del traje pero borrachos de m¨²sica: a esas improvisaciones nocturnas las llamaban descargas. Por eso algunos esperaban el jueves que el homenaje a Cabrera Infante, que congrebaba a Bebo Vald¨¦s y Paquito D'Rivera en el C¨ªrculo de Bellas Artes, fuera eso, un espasmo de alegr¨ªa montado sobre un potro sacudido por el ritmo. Y no fue eso. O no fue exactamente eso. Porque haberla, la hubo: s¨®lo que la descarga fue por dentro. Ni era La Habana, ni tampoco los a?os cincuenta, ni se acababan los mojitos sobre la barra de un bar. La ciudad era Madrid, se celebraba el Cervantes de Cabrera Infante, y Bebo Vald¨¦s y Paquito D'Rivera vest¨ªan con la elegancia de unos caballeros que no han roto una copa en su vida. Pero igual se hab¨ªan venido desde el fin del mundo para estar aqu¨ª en este preciso momento, y lo que hicieron fue meter sus improvisaciones en el estuche de la sobriedad, que es otra, manera de celebrar las grandes ocasiones. Comenz¨® Bebo Vald¨¦s al piano, luego el que estuvo un rato solo fue Paquito D'Rivera con el clarinete, y despu¨¦s se junta ron los dos. La descarga no le vantaba los zapatos pero bajaba por la m¨¦dula espinal directamente al centro de las emociones. Tocaron una canci¨®n que un costarricense dedic¨® a La Habana y la que Agust¨ªn Lara le hizo a Madrid. Tocaron Perfidia, porque es la canci¨®n preferida de Cabrera Infante, y El manisero. Y otras muchas. Hay momentos en que las cosas tienen que ser as¨ª: Bebo Vald¨¦s y Paquito D'Rivera tendieron un puente que iba directo al interior de Cabrera Infante. Pero son unos maestros y, al rato, ¨¦l puente se hab¨ªa convertido en un tobog¨¢n por el que se deslizaba el p¨²blico entero, que celebraba tambi¨¦n, tocado por la magia de la m¨²sica, la literatura de Guillermo Cabrera Infante, La Habana que recrearon sus palabras y las canciones que llevan tanto tiempo desparramando por el mundo el genial pianista y el virtuoso del saxo alto y el clarinete.