Los escolares de medio centenar de municipios valencianos estudian en aulas prefabricadas

Los padres de alumnos del Instituto Jos¨¦ Segrelles de Albaida est¨¢n cansados de denunciar el "desinter¨¦s de la Administraci¨®n" por los "graves" problemas de infraestructura que padece el centro y molestos por la habilitaci¨®n de tres "barracones" donde "se hacinan" sus hijos. Pero ¨¦ste no es el ¨²nico caso. Los escolares de 47 poblaciones valencianas estudian en 241 aulas prefabricadas habilitadas por Educaci¨®n entre 1996 y 1998 para neutralizar el d¨¦ficit de construcciones tanto en municipios peque?os, como en ciudades intermedias de entre 30.000 y 50.000 habitantes.

La Consejer¨ªa de Educaci¨®n ha puesto en marcha en 68 centros escolares de la Comunidad Valenciana un total de 241 aulas prefabricadas entre los cursos 1996 y 1998 para paliar el d¨¦ficit de construcciones. La medida supone un coste que ronda los 200 millones de pesetas al a?o, seg¨²n la documentaci¨®n aportada por el propio consejero de Educaci¨®n, Francisco Camps, a preguntas parlamentarias del Grupo de Esquerra Unida-Els Verds. La mayor¨ªa de los barracones, un total de 172, pese a cumplir con el m¨ªnimo requerido por la LOGSE de 45 metros cuadrados, en la pr¨¢ctica, se quedan peque?as para la elevada ratio (n¨²mero de alumnos por profesor) que tienen. Las APA (Asociaciones de Padres de Alumnos) de los centros afectados por la utilizaci¨®n de estas aulas prefabricadas sentencian: "Nuestros hijos estudian hacinados". "?C¨®mo es posible que se disponga de ingentes cantidades de dinero para las grandes obras fara¨®nicas que se est¨¢n haciendo en Valencia y no lo encuentren para solucionar los problemas de nuestro peque?o instituto?", se pregunta la APA del instituto de Albaida. Un centro, cuyas defientes infraestructuras se descubren d¨ªa tras d¨ªa a trav¨¦s de las fugas en las conducciones de agua, los problemas en la instalaci¨®n el¨¦ctrica o la habilitaci¨®n de un peque?o gimnasio en donde anta?o se ubicaba un bar; adem¨¢s de las graves ausencias de material did¨¢ctico (ordenadores para el aula de inform¨¢tica, un aparato de televisi¨®n, etc¨¦tera) que han tenido que pagar los propios padres. Las protestas y el malestar ante la pol¨ªtica de parches de la Administraci¨®n se repiten a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana. En Benifair¨® de les Valls, donde se ha habilitado otro barrac¨®n en el ¨²nico instituto que atiende a cinco poblaciones aleda?as, este curso no ha logrado ni siquiera el aval de los arquitectos, que se han negado a firmar el alta de seguridad ante las evidentes muestras de deterioro que sufre el edificio. La situaci¨®n se extiende desde las principales ciudades intermedias y cabeceras comarcales como Sagunto, Alcoi, Ontinyent, Orihuela, X¨¤tiva, Paterna, Sueca, Vila-real y Torrevieja, hasta una veintena de poblaciones de unos 15.000 habitantes como son: Alaqu¨¤s, Algemes¨ª, Catarroja, Manises, Massamagrell, Moncada, Albatera, Alberique, Alf¨¤s del Pi, Benaguasil, Ben¨¦tusser, Bu?ol, Calp, Chiva, Campello o Altea. La lista, por ¨²ltimo, la engordan los pueblos peque?os, tradicionalmente con mayor d¨¦ficit en la ense?anza p¨²blica como Castell¨® de la Ribera, Dolores, Guardamar, Hondon de las Nieves, Mon¨°ver, Montesinos o Muxamel. Ante la preocupante situaci¨®n, la federaci¨®n de padres de alumnos FAPA-Valencia se pregunta: "?No ser¨¢ que el Gobierno del PP pretender¨¢ que el sistema educativo p¨²blico vaya degrad¨¢ndose poco a poco hasta convertirse en lo que era durante los a?os cincuenta, sesenta y setenta, para que llevemos a nuestros hijos a los centros privados?".