La paz del silencio
Evita a los ruidosos, porque ellos denigran el ambiente y el esp¨ªritu. Recuerda que la paz puede estar en el silencio. Pas¨¦ las vacaciones de Semana Santa en la localidad de Tarifa (C¨¢diz). Me instal¨¦ en la habitaci¨®n de un hostal situado en el casco urbano, pero el paso constante de ciclomotores por la calle produciendo unos ruidos ensordecedores y molest¨ªsimos me obligaron a cambiarme el primer d¨ªa de hospedaje, traslad¨¢ndome fuera de la ciudad para prevenir mi salud del exceso de decibelios, con el consiguiente malestar del hostelero al que previamente hab¨ªa reservado 10 d¨ªas de estancia. Durante mi periodo vacacional, comprob¨¦ la proliferaci¨®n de estos ciclomotores a cualquier hora del d¨ªa y de la noche, pilotados habitualmente por j¨®venes, que ponen constantemente en riesgo su seguridad y la de otros. Circulan todos sin hacer uso del obligatorio casco protector para la cabeza, careciendo de ¨¦l (en otras ciudades se lleva alguno en los codos). Muchas veces viajan dos personas en el mismo veh¨ªculo, situaci¨®n no autorizada para estos ciclomotores. Por la noche era frecuente ver a estas motocicletas sin las luces reglamentarias, careciendo algunas de ellas de los necesarios faros o pilotos de se?alizaci¨®n, y siempre, como tarjeta de presentaci¨®n, el irritante ruido de sus motores, pareciendo que hubiese una competici¨®n para ver qui¨¦n era el m¨¢s ruidoso. Todo ello se produc¨ªa de manera rutinaria ante la vigilancia diaria de la Polic¨ªa Municipal, que parec¨ªa considerar estos comportamientos como normales, pues no vi sancionar a nadie, ni tan siquiera alguna llamada de atenci¨®n.
?D¨®nde est¨¢ la autoridad responsable en esta materia de la localidad para corregir tan peligrosas y molestas irregularidades? ?D¨®nde est¨¢n los ecologistas que protestaban por la instalaci¨®n del cable submarino, para defender un ambiente menos ruidoso...? Posiblemente todos ellos est¨¦n paseando en ciclomotor por Tarifa.- . .
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