Escurrir el bulto

CUATRO D?AS despu¨¦s de la mayor cat¨¢strofe ecol¨®gica ocurrida en Espa?a en los ¨²ltimos diez a?os, es el momento de recordar algunas evidencias y aportar algunas reflexiones. Es evidente que el responsable directo -aunque no ¨²nico- de la riada de agua t¨®xica que est¨¢ devastando el per¨ªmetro del coto de Do?ana es la empresa minera sueca Boliden Apirsa, explotadora de la mina de Aznalc¨®llar y propietaria de la presa o embalse cuya rotura liber¨® el agua maldita; y tambi¨¦n que los primeros afectados son los titulares de las explotaciones agr¨ªcolas y ganaderas situadas en el preparque, unas 5.000 hect¨¢reas que han resultado literalmente aniquiladas por el torrente contaminado. Algunos c¨¢lculos cifran en 12.000 millones las p¨¦rdidas econ¨®micas, con la pr¨¢ctica certeza de que la zona quedar¨¢ arruinada para cualquier tipo de cultivo o explotaci¨®n al menos durante el pr¨®ximo lustro. Los efectos sobre la fauna y la flora de la zona arrasada, y quiz¨¢ tambi¨¦n, con el paso del tiempo, del propio coto, son asimismo parte del terrible coste que habr¨¢ que pagar por este siniestro.Pero, adem¨¢s de las evidencias que apuntan a la multinacional Boliden como responsable directa del vertido, cuyas consecuencias civiles y penales tendr¨¢n que ser determinadas por la justicia, el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andaluc¨ªa tambi¨¦n tienen responsabilidades pol¨ªticas y administrativas en el terrible suceso. En las ¨²ltimas horas se han enzarzado en una carrera de acusaciones mutuas para rehuir la cuota de culpa que les corresponde. A la Junta de Andaluc¨ªa compete vigilar y autorizar las explotaciones mineras, mientras que es responsabilidad del Ministerio de Medio Ambiente, seg¨²n algunas interpretaciones, controlar y aprobar los embalses de gran tama?o -el de Aznalc¨®llar embalsaba cinco millones de metros c¨²bicos-. Est¨¢ claro que la descoordinaci¨®n entre la Junta y el ministerio han facilitado la grav¨ªsima situaci¨®n en que hoy se encuentra Do?ana. Si, como se ha informado, la ¨²ltima inspecci¨®n de la presa, practicada horas antes de que reventara, certific¨® el buen estado de la obra de contenci¨®n, habr¨¢ que preguntarse para qu¨¦ sirven las inspecciones. M¨¢s a¨²n cuando el Instituto Geof¨ªsico de Andaluc¨ªa ha negado que la rotura se produjera por un movimiento de tierras . Con la misma l¨®gica, cabe preguntar para qu¨¦ sirven y cu¨¢les son las funciones del ministerio y de las consejer¨ªas de la Junta si no son capaces de impedir el envenenamiento masivo en la zona ecol¨®gica m¨¢s emblem¨¢tica del pa¨ªs.

Isabel Tocino y Manuel Chaves deber¨ªan poner fin de una vez a este bochornoso cruce de inculpaciones y juntar todos sus esfuerzos, personales y financieros, en garantizar el m¨ªnimo impacto t¨®xico posible en el coto de Do?ana. Porque, a pesar de la triunfalista apreciaci¨®n lanzada ya en la madrugada del domingo por la ministra -en el paroxismo del propagandismo televisivo-, cuando declar¨® ??Hemos salvado Do?ana!?, el agua intoxicada y los lodos venenosos siguen rodeando el coto. Si bien no han entrado directamente, s¨ª lo han hecho ya de forma indirecta, a trav¨¦s de filtraciones, acu¨ªferos, corrientes subterr¨¢neas, lluvias y otros vericuetos dif¨ªciles de controlar. Paliar el da?o es ahora cuesti¨®n de imaginaci¨®n, esfuerzo y dinero. Boliden, causante de este desastre, Medio Ambiente y la Junta andaluza tienen que aceptar la responsabilidad del enorme destrozo causado y la tarea de repararlo. Ser¨ªa un alivio para la opini¨®n p¨²blica, que asiste con cierta desmoralizaci¨®n a la negligencia de las empresas privadas para respetar el patrimonio natural y a la desidia de las administraciones p¨²blicas para salvaguardarlo.