Romero, de C¨®rdoba
El escalaf¨®n de matadores ya tiene otro Romero. De apellido. Le bautizaron como Manuel. Y pasea el nombre de Romero de C¨®rdoba.Rese?ada la efem¨¦rides, decir que la corrida fue un quiero y no puedo. Los guardiolas mandaron en todo momento en la plaza y ninguno de los tres matadores supieron imponer sus conocimientos, que parece que son cortos.
Unas veces el temple, otras la falta de distancia, otras la elecci¨®n del terreno equivocado, hicieron del ¨²ltimo tercio un parip¨¦.
Parte del p¨²blico sali¨® convencido de que el ganado no hab¨ªa servido y bastante hicieron los diestros con pasaportar a sus enemigos. Otra parte del p¨²blico, los menos, entendieron que la culpa no hab¨ªa sido de los toros y s¨ª de las manos inexpertas de los toreros.
Guardiola / Chiquil¨ªn, Romero, Romero de C¨®rdoba
Toros de Guardiola Fantoni y Guardiola Dom¨ªnguez (2?), muy bien presentados y astifinos. Chiquil¨ªn: estocada trasera y ca¨ªda, descabellos (saludos); media estocada y descabello (silencio). Jos¨¦ Romero: estocada y descabello (ovaci¨®n); estocada (vuelta) . Romero de C¨®rdoba: cuatro pinchazos y estocada contraria (ovaci¨®n); cinco pinchazos y estocada -aviso- y descabello (silencio). Plaza de C¨®rdoba, 1 de mayo. Segunda de abono. Un quinto de entrada.
Punto y aparte para los picadores, que acribillaron a los toros mientras los ten¨ªan a tiro.
Chiquil¨ªn se encontr¨® con el ¨²nico toro peligroso de la corrida de ayer. El de Guardiola Dom¨ªnguez, corrido en segundo lugar, no dio nunca ventajas al torero y le midi¨® en todas las embestidas. Por la derecha anunci¨® la cogida. Chiquil¨ªn, con m¨¢s precauciones de lo habitual, acab¨® sin m¨¢s miramientos la faena.
En su segundo no encontr¨® Chiquil¨ªn el terreno adecuado. Abri¨® la faena con temple y d¨¢ndole sitio a su oponente. Pero cambi¨® radicalmente de criterio en la siguiente tanda, llegando de inmediato las brusquedades en muletazos sin ning¨²n sentido.
Cogida sin consecuencias
A Jos¨¦ Romero no le faltaron ganas ante sus enemigos. Alardes de valor no empa?an una labor gris y de escaso contenido. Estuvo vulgar con la muleta.Romero result¨® cogido, sin consecuencias, por su segundo, un toro que puso en evidencia las carencias del matador. Lo mejor lo hizo con la espada, cobrando dos buenas estocadas.
Manuel Romero, el nuevo doctor, evidenci¨® tambi¨¦n ayer en C¨®rdoba carencias, en este caso m¨¢s disculpables por la biso?ez. El toro de la alternativa le habr¨ªa dado m¨¢s juego con mayor distancia. Aun as¨ª sac¨® algunos pases templados. Con el que se cerr¨® plaza, un toro de 626 kilos, Romero de C¨®rdoba porfi¨® con ilusi¨®n. El toro sufri¨® mucho en varas y acus¨® el castigo en la muleta. Mal con la espada.
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