Un libro recrea la vida de moras y cristianas en la Espa?a medieval

Unas eran moras y otras cristianas, pero m¨¢s all¨¢ de esas diferencias, todas eran mujeres y vivieron en la Espa?a medieval. Dos escritoras aragonesas concibieron la idea de ?acercar a los lectores las vidas cotidianas de aquellas mujeres? para mostrarlas como ejemplo de ?convivencia y vecindad?. As¨ª explicaron ?ngeles de Irisarri (Zaragoza, 1947) y Magdalena Lasala (Zaragoza, 1958) las intenciones de su libro Moras y cristianas. Venturas y desventuras de la mujer en un sorprendente fresco de la Espa?a medieval, publicado por Emec¨¦ y presentado recientemente en Madrid.Aunque nadie puede poner en duda que De Irisarri -pelo corto y gafas, aspecto austero- ha escrito los relatos de cristianas y que Lasala -larga melena negra y car¨¢cter extrovertido- ha trazado los perfiles de las moras, lo cierto es que las dos han colaborado, codo con codo, para sacar adelante este original proyecto. Con el paisaje de fondo de una Edad Media donde Espa?a estaba dividida, las dos escritoras han novelado peripecias e inquietudes, sue?os y dramas de un amplio mosaico de mujeres.

Desfilan por las p¨¢ginas de Moras y cristianas esclavas, prostitutas, campesinas, taberneras, menestralas, sanadoras, intelectuales, religiosas, nobles, sultanas y reinas para ?ense?ar deleitando?, como afirm¨® Rosa Reg¨¢s, prologuista del libro. ?Las autoras?, coment¨® Reg¨¢s, ?han retratado el ambiente de una ¨¦poca medieval que no contaba con rostros ni con paisajes?.

De Irisarri hizo gala de mucha iron¨ªa al distinguir dos grandes etapas en la historia de las mujeres: el paso de la falda larga a la corta y el tr¨¢nsito de la falda corta a la cort¨ªsima. Por su parte, Magdalena Lasala confes¨® su fascinaci¨®n por la cultura musulmana y subray¨® que la sociedad de Al ?ndalus no guarda ninguna relaci¨®n con el mundo ¨¢rabe contempor¨¢neo. ?La cultura ¨¢rabe fue la filosof¨ªa del culto a los placeres y a la belleza?, dijo.

Libro divertido y a medio camino entre la narrativa de relatos y la recreaci¨®n hist¨®rica, tanto las autoras como los editores destacaron el mestizaje que propugna esta obra.