DIJO S?, PERO LUEGO...

No todo son alegr¨ªas para el magnate Bor¨ªs Berezovski, recientemente nombrado secretario ejecutivo de la Comunidad de Estados Independientes, la organizaci¨®n que re¨²ne a 12 pa¨ªses que antes integraban la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El empresario que forj¨® la victoria del presidente Bor¨ªs Yeltsin en 1996 y que financia ahora al general Alexandr L¨¦bed en las elecciones a gobernador de la enorme provincia siberiana de Krasnoyarsk, es menos exitoso como padre que como pol¨ªtico: no puede conseguir que su hija sea una ciudadana modelo. Yelizabeta Berez¨®vskaya, de 27 a?os, fue detenida en San Petersburgo el 9 de mayo pasado por tenencia de drogas. Cuando a la entrada del club Griboy¨¦dov se le acercaron unos polic¨ªas y le preguntaron a ella y a su amigo, el modista moscovita Ili¨¢ Voznesenski, si ten¨ªan armas o narc¨®ticos, Yelizabeta, sorpresivamente, contest¨® que s¨ª, y entreg¨® a los guardianes del orden un paquetito con un polvo blanco. ?ste conten¨ªa 0,85 gramos de coca¨ªna. Los polic¨ªas encarcelaron a Yelizabeta sin sospechar que era hija del poderoso magnate. Pero a la ma?ana siguiente, sobre la comisar¨ªa cay¨® una tormenta de llamadas tel¨¦fonicas -del Ministerio del Interior, del Parlamento y de otras altas instancias- exigiendo dejar en libertad a Yelizabeta. Cosa que los polic¨ªas hicieron despu¨¦s de acusarla de tenencia ilegal de drogas y de que ella se comprometiera a no salir del pa¨ªs. -