Una Liga mediocre y desconcertante
Cuatro equipos de la temporada sacaron m¨¢s puntos que el bar?a en ¨¦sta, tras perder el 26% de los puntos.
De vez en cuando los n¨²meros dicen m¨¢s que cualquier otra cosa en el f¨²tbol. A la luz de lo ocurrido esta temporada, puede decirse que ha sido un campeonato desconcertante y mediocre. Con las cifras en la mano, los cuatro primeros equipos de la temporada 96-97 habr¨ªan logrado el t¨ªtulo en la 97-98. Frente a los 74 puntos obtenidos en esta edici¨®n por el Barcelona, el Madrid consigui¨® en la anterior 92 puntos, por 90 del Bar?a, 77 del Deportivo y 77 del Betis. En esta misma l¨ªnea, el Athletic, subcampe¨®n esta temporada con 65 puntos, sum¨® 64 en la anterior y s¨®lo pudo alcanzar el sexto puesto.Con los n¨²meros en la mano, el Bar?a ha perdido 10 partidos, m¨¢s del 25% de los disputados y podr¨ªa haber perdido otros tres m¨¢s y conservar el t¨ªtulo. Salir derrotado en uno de cada tres encuentros dice poco en favor del campe¨®n, pero dice mucho menos de la consistencia de sus perseguidores. El Madrid ha sufrido su tradicional s¨ªndrome depresivo tras conquistar la Liga. Ocurri¨® en la era Valdano y ha vuelto ha suceder ahora. Pero en la ¨¦poca de Valdano su equipo ten¨ªa un aire crepuscular -Butrague?o, Michel, Buyo y Quique han abandonado el f¨²tbol, y Laudrup lo har¨¢ en breves semanas- y este Madrid es joven y est¨¢ integrado por estrellas del f¨²tbol mundial.
El Madrid hizo tal dejaci¨®n que no consigui¨® victoria alguna fuera de Chamart¨ªn desde el 12 de noviembre. Durante unas semanas, el Bar?a cometi¨® los mismos errores y lleg¨® a pensarse en un desplome. Pero a diferencia del Madrid, el equipo de Van Gaal ten¨ªa un plan, un estilo, un m¨¦todo, algo a lo que agarrarse. Tambi¨¦n tuvo la actitud que falt¨® en los madridistas. En un periodo de indefinici¨®n de la Liga, el Bar?a meti¨® la directa y nadie la sigui¨®. Si el Madrid ha sido decepcionante, el Barcelona ha tenido un car¨¢cter menor.
Una lectura lateral, pero positiva, ha sido el triunfo de un equipo con vocaci¨®n de ataque, algo habitual en Espa?a, que acostumbra a premiar este tipo de equipos. Ocurri¨® con el Madrid de la quinta, con el Bar?a de Cruyff y con el Atl¨¦tico de Antic, el ¨²nico club capaz meter una cu?a en la feroz hegemon¨ªa que mantienen el Madrid y el Bar?a desde 1985: siete t¨ªtulos para los madridistas y seis para los azulgrana. La clasificaci¨®n del Athletic para la Liga de Campeones puede parecer sorprendente, pero ayuda a explicar algunas cuestiones en el f¨²tbol de estos tiempos. Por lo que respecta a la pol¨ªtica interna, la excelente temporada del Athletic desmiente a los agoreros que pronosticaban tiempos terribles para el club bilba¨ªno. Por encima de los valores futbol¨ªsticos, la ¨²ltima recta del equipo de Luis Fern¨¢ndez ha sido un ejemplo del compromiso de los jugadores con un club centenario y del v¨ªnculo que se establece entre todos los estamentos de la entidad.
V¨ªnculo y compromiso han sido dos cualidades desconocidas en varios equipos. Tras el masivo desembarco de jugadores comunitarios y de otras latitudes, se han producido problemas de identificaci¨®n entre los aficionados y sus jugadores. Hay ejemplos evidentes, como el Deportivo, una especie de ONU que se ha convertido en un gallinero entre la desesperaci¨®n y la perplejidad de su hinchada. En el Tenerife se lesionaron Chano y Felipe y de repente faltaron dos referencias fundamentales. El producto nacional es necesario porque en Espa?a salen buenos futbolistas y porque son los m¨¢s dispuestos a imprimir car¨¢cter a sus equipos. Si no, ah¨ª est¨¢ el Sporting, cuya desdichada trayectoria ha sido provocada por la insensatez de sus dirigentes. Despu¨¦s de figurar 22 a?os en Primera como uno de los clubes m¨¢s caracter¨ªsticos del campeonato, con un espl¨¦ndido proyecto de cantera, el Sporting ha perdido cualquier signo de identidad, empe?ado en comprar jugadores en las latitudes m¨¢s remotas. Su descenso es un homenaje a la incompetencia de su directiva.
Dos equipos han tenido un papel relevante en la Liga: Mallorca y Celta. Los dos son hijos del equilibrio, m¨¢s todav¨ªa en las filas de C¨²per, un entrenador que se ha ganado un buen prestigio en su primera temporada en Espa?a. El Celta alcanz¨® un juego m¨¢s atractivo de lo habitual en los conjuntos de Irureta, que se distinguen generalmente por su sentido t¨¢ctico. El sistema funcion¨®, pero los jugadores tambi¨¦n, especialmente de medio campo -Mazinho- hacia adelante, con Revivo y Mostovoi a la cabeza. La Real ha funcionado como el Athletic, obteniendo los mismos puntos que en la temporada anterior: 63. Esta vez le valieron para trepar hasta el tercer puesto.
Los nombres han sido pocos:Figo, Rivaldo y Luis Enrique; Roberto Carlos; Mostovoi; la emergencia de Joseba Etxeberria.Tambi¨¦n ha sido una temporada de decepciones -Ra¨²l y Suker- y de despedidas. El gran Zubizarreta abandona el f¨²tbol con honor y dignidad. Y Antic deja el Atl¨¦tico envuelto en la pol¨¦mica con algunos jugadores, pero su impronta ha sido decisiva para sacar al equipo del marasmo en el que se encontraba.
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