Francia planea un nuevo marco legal que incluya todas las nuevas formas de familia
En 1997 el 87% de las parejas francesas decide constituirse sin pasar por la vicar¨ªa o el Ayuntamiento. En 1965 s¨®lo un 15% lo hac¨ªa. M¨¢s de las mitad de los hijos que nacen hoy en Francia lo hacen sin que exista v¨ªnculo matrimonial entre la pareja. Para afrontar ?las mutaciones de la familia y de la vida privada? la soci¨®loga y jurista Ir¨¨ne Th¨¦ry, por encargo de Martine Aubry, ministra de Empleo y Solidaridad, y de Elisabeth Guigou, ministra de Justicia, ha elaborado un informe para contemplar los cambios derivados de los nuevos h¨¢bitos sociales y propone un nuevo marco legal.
El informe, que culmina en 135 proposiciones concretas, ha de ser discutido p¨²blicamente el pr¨®ximo 12 de junio, dentro del marco de una Conferencia sobre la familia que se quiere acto fundador de una pol¨ªtica familiar de la izquierda. Ir¨¨ne Th¨¦ry organiza su reflexi¨®n en tres ejes: la pareja, la filiaci¨®n y la sucesi¨®n.La primera sugerencia consiste en reconocer la variedad de parejas existentes y acabar con la legislaci¨®n actual, que s¨®lo admite derechos entre personas de distinto sexo. ?Esa actitud reposa sobre la condena moral de la homosexualidad y va en contra de la evoluci¨®n de nuestra sociedad?, escribe Th¨¦ry. Con eso no pretende equiparar las parejas homosexuales a las heterosexuales, entre otras cosas porque a aqu¨¦llas no se les reconoce el derecho a adoptar hijos con las consecuencias que de ah¨ª se derivan, pero el informe s¨ª quiere en cambio que haya igualdad ante la ley entre matrimonios y concubinos con hijos y entre todas las parejas ?de hecho?, es decir, que demuestren, a trav¨¦s de facturas de alquiler, electricidad u otras v¨ªas, la continuidad de la vida de pareja.
Si el reconocimiento de un hijo, en tanto que acto jur¨ªdico espec¨ªfico, es importante y sirve para poner fin a la discriminaci¨®n entre hijos leg¨ªtimos y naturales, el vivir en pareja abre la puerta a la extensi¨®n de una serie de derechos sociales: fiscalidad, pensiones de vejez, de accidente de trabajo, viudedad o invalidez, por ejemplo. En cualquier caso Ir¨¨ne Th¨¦ry no es favorable ni al Contrato de Uni¨®n Social ni al llamado Pacto de Inter¨¦s Com¨²n, que se limita a organizar la comunidad de bienes, porque ?comporta confusi¨®n simb¨®lica e injusticia social? en la medida en que ?no se toman en consideraci¨®n los v¨ªnculos humanos y s¨ª s¨®lo los v¨ªnculos financieros?.
Secuencias vitales
Un caso como el de Yves Montand, que en vida se neg¨® a someterse a unas pruebas de paternidad a las que luego s¨ª han sido sometidos sus restos mortales, es considerado ?chocante? y lleva al informe a preguntarse cr¨ªticamente sobre ?la tendencia creciente a organizar el secreto de los or¨ªgenes?.Sobre los derechos de los hijos la l¨®gica del informe surge de la consideraci¨®n de que ?no hay ninguna fractura sociol¨®gica que separe los casados de los concubinos como tampoco la hay entre las familias cl¨¢sicas, las monoparentales o las nuevas familias, pues no se trata de modelos alternativos sino de secuencias del ciclo de vida familiar?.
Por eso se tienen en consideraci¨®n los derechos y deberes de padrastros y madrastras al mismo tiempo que los de los padres biol¨®gicos, se quiere regular de otro modo el derecho de visita de los hijos o establecer otros criterios a la hora de determinar una pensi¨®n alimenticia.
Respecto a la sucesi¨®n, el informe parte de una evidencia: ?S¨®lo los mejor informados y los m¨¢s ricos logran orientarse dentro del laberinto? de posibilidades para proteger al miembro superviviente de una pareja. Th¨¦ry afirma que es injusto imponer a los concubinos como si se tratase de herederos desconocidos, que estos tambi¨¦n pagan un porcentaje -60%- ?excesivo? en caso de herencia y denuncia que no todos los hijos tengan los mismos derechos. Se trata de revisar todos los detalles del derecho sucesorio, pero tambi¨¦n la ideolog¨ªa subyacente que lo rige.
Ataques esperados
El informe y sus 135 propuestas a¨²n no es conocido en su integralidad pero a nadie escapa que ser¨¢ objeto de ataques desde todas las posiciones, desde una concepci¨®n cl¨¢sica que s¨®lo admite la familia tradicional o desde la del liberalismo radical que s¨®lo se interesa por los derechos del individuo, pero tambi¨¦n por parte de ciertos corporativismos.As¨ª, jueces y abogados, ya dieron a conocer su disconformidad con la reflexi¨®n de Elisabeth Guigou, que sugiere la posibilidad de a?adir una nueva forma de divorcio a las cuatro existentes: el divorcio a partir de una propuesta com¨²n.
En ese caso los c¨®nyugues pueden romper su v¨ªnculo de mutuo acuerdo y sin necesidad de intervenci¨®n ni de jueces ni abogados. Muchos -se habla de entre un 20% y un 30%- de los 120.000 divorcios anuales podr¨ªan resolverse as¨ª, con el subsiguiente ahorro de dinero por parte de los interesados y alivio de la colapsada administraci¨®n de Justicia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.