?Siempre he tratado de ganar libertad?

Vestido de negro, con su sempiterno sombrero de fieltro oscuro resguard¨¢ndole de la lluvia, Ricardo Franco llevaba diez d¨ªas rodando L¨¢grimas negras, un trabajo que parec¨ªa no fatigarle a pesar de realizarse de noche. Con esa misma vitalidad aseguraba entre risas en sus ¨²ltimas declaraciones -realizadas hace una semana- no haber sido consciente hasta hace poco de su capacidad para reventar cualquier atisbo de recuperaci¨®n art¨ªstica en su dilatada carrera.Sin darse tiempo para disfrutar del ¨¦xito obtenido por La buena estrella -?no me apetece parar y pensar en por qu¨¦ ha triunfado ni viajar a festivales?-, ni para descansar de sus dolencias f¨ªsicas -?como veo mejor y me muevo m¨¢s, ya nadie se preocupa de m¨ª?-, Franco estaba embarcado en su nuevo rodaje . ?Casi todas las obras que haces, antes o despu¨¦s las miras de cerca y descubres que tienen que ver con tu vida. Esta ma?ana al despertarme he notado que ha entrado en la pel¨ªcula un tono melanc¨®lico, cuando yo quer¨ªa que fuera rom¨¢ntica dura. A lo mejor esta melancol¨ªa tiene que ver con mi experiencia juvenil y por eso L¨¢grimas negras es la visi¨®n de la locura a trav¨¦s de unos ojos muy ingenuos, los que aporta el fot¨®grafo que interpreta Fele Mart¨ªnez. Si hubiera sido mi actual mirada, la historia ser¨ªa demoledora?.

El triunfo logrado con su ¨²ltima pel¨ªcula provocaba ir¨®nicas reflexiones en Ricardo Franco. ?Nadie intenta buscar el ¨¦xito como tal, pero s¨ª intentas acercarte a algo parecido para obtener m¨¢s libertad creativa. Por la experiencia de gente que conozco, no la m¨ªa, que yo nunca he logrado una fama duradera, me da la sensaci¨®n de que el triunfo ata y obliga mucho?. As¨ª pudo financiar este gui¨®n y no volver a trabajar en encargos como La buena estrella. ?En realidad no hago diferencias, porque yo creo que son todos de encargo. Incluso Los restos del naufragio, que pod¨ªa ser mi pel¨ªcula m¨¢s personal, me la encargu¨¦ a m¨ª mismo para salir de la trampa de Pascual Duarte: un ser urbano como yo dirigiendo pel¨ªculas de paisanos por las monta?as. Lo ¨²nico que he tratado siempre es ganar terrenos de libertad, que es lo que debe hacer cualquier artista?.

La locura de una mujer enferma, interpretada por Ariadna Gil, y su amor con un fot¨®grafo cuerdo son las bases de una b¨²squeda de la verdad que Ricardo Franco pretend¨ªa en todas sus obras. ?En esta ocasi¨®n ( L¨¢grimas negras ) es jodid¨ªsimo, porque la verdad de la locura es complicada. La psiquiatra con la que he trabajado me ha explicado las dudas que albergan hoy sobre si los enfermos mentales sufren. Por eso ha cambiado mi manera de trabajar con los personajes, a los que me acercaba normalmente de lo general a lo particular. En cada escena la enferma mental explica las cosas como las siente. Pero, claro, ?hasta qu¨¦ punto sabemos que lo que dice es verdad, que no es un delirio? Yo sab¨ªa que esta pel¨ªcula es muy complicada y que son ganas de meterme donde no me llaman... ?.