Tabucchi recibe la Pluma de Plata, concedida por los libreros de Bilbao
?Se puede poner en el bolso; nos acompa?a. Tiene una dedicatoria, puede llevar dentro una flor o una imagen que pertenece a nuestras vidas?. Por todas estas po¨¦ticas razones, el escritor italiano Antonio Tabucchi defendi¨® ayer la pervivencia del libro frente a la creciente competencia de otras formas de comunicaci¨®n. Las palabras de Tabucchi convirtieron el acto de entrega de la Pluma de Plata, con la que los libreros de Bilbao le premiaron ayer, en una defensa del libro, ?un utensilio insustituible?.Tabucchi, hablando un castellano fluido con suave acento italiano, agradeci¨® la concesi¨®n de la Pluma de Plata, entregada por la Feria del Libro de Bilbao por las ventas de sus obras Sostiene Pereira y La cabeza perdida de Damasceno Monteiro en la anterior edici¨®n de la feria. ?La pluma de los escritores es caprichosa, la m¨ªa quiz¨¢ demasiado?, dijo con el trofeo que reproduce una pluma de ave de gran tama?o y que en a?os anteriores recibieron, entre otros, Arturo P¨¦rez-Reverte, Bernardo Atxaga y Carmen Mart¨ªn Gaite. A Tabucchi s¨®lo le qued¨® desear que a su edad pueda conseguir que ?la pluma y la musa sean un poco m¨¢s serias?.
Reci¨¦n llegado de Granada, donde present¨® un relato in¨¦dito en el que urde una venganza contra los asesinos de Federico Garc¨ªa Lorca, Tabucchi cit¨® al autor de La casa de Bernarda Alba para homenajear al libro. Para Lorca, ya en 1931 la cultura era ?dependiente del libro?, dijo el escritor italiano.
Optimista
Ante los riesgos que corre la palabra impresa frente a otras formas de transmisi¨®n, Tabucchi se mostr¨® optimista. ?No s¨®lo porque soy escritor?, puntualiz¨®. ?Personas entendidas como Umberto Eco aseguran que nuestra civilizaci¨®n no puede perder el libro. Es un utensilio insustituible en nuestra civilizaci¨®n?.Tabucchi no encuentra respuestas, sin embargo, para explicar por qu¨¦ crea libros. ?Tal vez por miedo del mundo o a?oranza de la infancia. O tal vez porque tememos la muerte y amamos la vida y deseamos que se quede alguna cosa en nuestras p¨¢ginas?.
Tabucchi, profesor de la Universidad de Siena, se?al¨®, por ejemplo, que su primera obra, Piazza de Italia, escrita hace ya 25 a?os y reci¨¦n editada en su versi¨®n en castellano, no fue pensada para ser publicada. El escritor s¨®lo ten¨ªa entonces la vaga pretensi¨®n de disfrutar de su tiempo libre durante un verano que dedic¨® al cuidado del segundo de sus hijos. Plasm¨® entonces sobre el papel los recuerdos de las historias que su abuelo le contaba cuando era peque?o. La imaginaci¨®n de Tabucchi ha rellenado los relatos del abuelo hasta crear una novela donde afloran perdedores, anarquistas y emigrantes. ?Es la intrahistoria de Italia desde su unificaci¨®n hasta la Segunda Guerra Mundial?, resumi¨®.
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