"Aqu¨ª siempre le echamos la culpa de todo lo que pasa a Barcelona"
Acaba de sustituir a Vicente Montesinos al frente de la Sindicatura de Comptes, y entre sus credenciales figura un sentimiento liberal inoxidable y ser el referente m¨¢s compartido entre los empresarios. En los a?os cincuenta ocup¨® diversos cargos de representaci¨®n empresarial y a partir de la d¨¦cada posterior presidi¨®, entre otros, el Banco de la Exportaci¨®n, la C¨¢mara de Comercio de Valencia y la Feria Muestrario Internacional y la Mutua Patronal de Accidentes de Trabajo.Pregunta. En la toma de posesi¨®n dijo que no le apetec¨ªa el cargo. Respuesta. No es que no me apeteciera, es que adem¨¢s ignoraba que existiera vacante. La verdad es que no esperaba que se me ofreciera nunca ning¨²n cargo p¨²blico, porque pensaba que en mi vida ya hab¨ªa cumplido bastante. No ten¨ªa ambici¨®n por ning¨²n cargo, pero no fui capaz de decirle no al se?or Zaplana, un hombre con el que me he llevado muy bien siempre y al que conozco de hace muchos a?os. P. ?Qu¨¦ ha impulsado a un hombre de 80 a?os a volver a la primera l¨ªnea? R. Siempre me ha gustado tener algo que hacer. Esto, en el fondo, me sirve de est¨ªmulo. Y adem¨¢s, en un sitio para m¨ª desconocido como es la Administraci¨®n P¨²blica. He actuado en la pol¨ªtica, en la empresa privada, en la C¨¢mara de Comercio, en la Feria de Muestras... pero nunca en la Administraci¨®n. P. Nada m¨¢s llegar ha insinuado que la Sindicatura deber¨ªa abarcar un ¨¢mbito mayor. R. Eso obedece a una manifestaci¨®n de los representantes de Esquerra Unida que hablaban de la conveniencia de que la Sindicatura de Comptes auditara tambi¨¦n a otras entidades como c¨¢maras de comercio, ferias, universidades... Mi respuesta es que por parte de la Sindicatura no habr¨ªa inconveniente. La Sindicatura act¨²a en unas cosas que son de obligaci¨®n, como la censura de las cuentas generales de la Generalitat, y luego en otras que son a petici¨®n de parte, como las entidades locales, lo que le manda el Tribunal de Cuentas o las Cortes... Si por ley o por disposici¨®n de las Cortes nos dicen que hay que auditar a las c¨¢maras de comercio, las auditaremos. P. ?Se ha marcado alg¨²n reto? R. Mantenernos independientes de la pol¨ªtica. La Sindicatura tiene que ser un oasis al margen de los enfrentamientos pol¨ªticos. P. Su antecesor fue muy criticado por la Generalitat porque las cuentas no eran de su agrado. ?Es consciente de que se sienta en un sill¨®n muy inc¨®modo? R. Indiscutiblemente hay que reconocer que el papel de auditor de cuentas es inc¨®modo. Yo he sido sujeto pasivo de auditor¨ªas porque en la Mutua Valenciana, que yo presid¨ªa, todos los a?os ten¨ªamos una auditor¨ªa del Ministerio de Trabajo, y s¨¦ la de veces que hemos comentado el modo de actuar de los auditores, y claro, no me gustar¨ªa que a nosotros nos calificaran igual. Es una labor desagradable, pero hay que darle un cariz de colaboraci¨®n al que se fiscaliza. P. Estudi¨® Derecho. ?Qu¨¦ le desvi¨® hacia la empresa? R. Tal vez estudi¨¦ Derecho pensando que era una carrera b¨¢sica para moverte en la vida. Mi familia hab¨ªa sido industrial de siempre y las circunstancias de la vida me llevaron a la empresa. Ser empresario es una cosa que te envicia: ya no lo dejas. Es una mezcla de actividades, de actitudes, de responsabilidad, de riesgos... Y eso te va envenenando y creando adicci¨®n. P. Usted apost¨® por algo m¨¢s que ser empresario: por crear cultura econ¨®mica. R. Hab¨ªa bastante falta de cultura econ¨®mica en el mundo empresarial valenciano. La guerra civil hab¨ªa dejado muchas secuelas: faltaba mucha gente que pod¨ªa haber sido ¨²til. La situaci¨®n era completamente distinta a ahora. P. Desde los a?os sesenta la Comunidad Valenciana exporta m¨¢s industria que agricultura. R. Pero la mentalidad contin¨²a siendo agr¨ªcola, a pesar del cambio. El amor a la agricultura no se pierde. Hay que tener presente que mucha de la industrializaci¨®n se hizo a costa de los ingresos de la agricultura. Pero es raro que prevalezca lo agr¨ªcola a lo industrial y desconozco la explicaci¨®n. Ser¨¢ que el clima es bueno y el campo encanta. P. Su llegada a la presidencia de la C¨¢mara de Comercio de Valencia en 1968 se asocia a una de las etapas de mayor apertura. ?C¨®mo era la C¨¢mara que se encontr¨®? R. Un poco cerrada. Entonces estaba muy fuerte la organizaci¨®n sindical vertical y las c¨¢maras no se atrev¨ªan del todo a enfrentarse. Y a m¨ª, que era ignorante de la fricci¨®n entre los grupos, y que por otra parte conoc¨ªa a un delegado de sindicatos, pues no me asustaba tanto el asunto. La C¨¢mara ten¨ªa unos reglamentos a los que ajustarse y una ley que la proteg¨ªa, y nos lanzamos a abrir la puerta a conferenciantes de todo tipo, sin preguntarles c¨®mo pensaban pol¨ªticamente. Y no cambi¨¦ para nada al personal que hab¨ªa. Lo ¨²nico que hice fue separar la direcci¨®n de la Feria de Muestras de la direcci¨®n de la C¨¢mara. Y puede que los tiempos me ayudaran. P. Usted no ha formado parte del habitual clan dirigente empresarial. ?O es s¨®lo un efecto ¨®ptico? R. No he estado nunca vinculado a ning¨²n grupo empresarial, pero soy amigo de todos. No he tenido nunca ning¨²n inter¨¦s en pertenecer a grupos de presi¨®n concretos. La presi¨®n hay que hacerla trabajando. P. ?Por qu¨¦ el empresariado valenciano ha sido incapaz de unirse a lo largo de los a?os? R. Es una pregunta muy dif¨ªcil. Hay que tener en cuenta el car¨¢cter valenciano, que es muy independiente. Y que tambi¨¦n hay mucha gente que prefiere ser cabeza de rat¨®n a cola de le¨®n, y prefiere crear grupito para mantener su prestigio. Y hay cosas que no pueden ser. Los empresarios est¨¢n unidos por un denominador com¨²n: el ser empresario, y no se puede hablar de empresarios socialistas, fascistas o comunistas, si es que los hay. Los empresarios deben ser un todo, y a la hora de votar que voten como quieran. Hay otro obst¨¢sculo: el que se considera m¨¢s fuerte cree que tiene derecho a imponerse a los dem¨¢s, y eso tampoco debe ser. Los actuales directivos se est¨¢n dando cuenta y est¨¢n pensando c¨®mo arreglarlo. P. A esto habr¨ªa que a?adir que los de Castell¨®n y los de Alicante van a su bola. R. Es el conflicto regional de siempre. Unos lo achacan al nombre; otros, a la envidia de Alicante hacia Valencia,... Creo que en el fondo es porque no hemos sabido relacionarnos. Hemos querido mandar sobre los dem¨¢s o los hemos despreciado. Y eso no es justo. Ahora se est¨¢ empezando a hacer caso a unos y otros, pero todas las regiones necesitan tener un ciudad que sea la cabeza. Aqu¨ª, en cambio, parece que queremos todos ser iguales. Y la igualdad en este caso es un absurdo. P. ?Por qu¨¦ el trato del Estado hacia la Comunidad Valenciana es siempre inversamente proporcional a su capacidad? R. Eso es cierto y lo hemos denunciado much¨ªsimas veces. No s¨¦ si es que no sabemos presionar o que pol¨ªticamente no tenemos el peso adecuado. Ha ocurrido siempre: antes, enmedio y ahora. Ahora nos est¨¢n dando muchas promesas, pero todav¨ªa est¨¢n en deuda. P. Usted tambi¨¦n estuvo al frente del Puerto de Valencia. A menudo se acusa al puerto de Barcelona de ser la causa que impide prosperar al de Valencia. ?Eso es cierto? R. Aqu¨ª todas las culpas se las echamos siempre a Barcelona. Comprendo que a Barcelona le molesten cosas que hacemos nosotros, pero cada uno tiene derecho a defender lo suyo. Pero no se puede decir que la culpa es de Barcelona. Cuando una cosa se nos tuerce un poco somos muy dados a culpar a Barcelona. P. Usted particip¨® en la fundaci¨®n del Partido Liberal. ?Qu¨¦ le movi¨® a ello? R. Fue con motivo de la presidencia de la C¨¢mara y de la Feria, y la relaci¨®n con la gente procedente de la universidad, y la insistencia de mi amigo Joaqu¨ªn Mu?oz Peirats. Influyeron esas cosas y nos pusimos a jugar un poco a liberales, pero sin m¨¢s ilusi¨®n porque no sab¨ªamos cuando iba a morirse Franco. La pol¨ªtica siempre me ha gustado, desde peque?o, pero no la que se hac¨ªa en la dictadura. P. Fue senador en el periodo constituyente. R. Ten¨ªa faena por encima de las orejas, pero Paco Burguera y Mu?oz Peirats me convencieron. Y sal¨ª elegido. Fue una experiencia buena. Mi actividad fue relativa: se ci?¨® a defender una enmienda en la Constituci¨®n que no prosper¨®. P. La que ped¨ªa que se equiparase la Comunidad Valenciana a las autonom¨ªas hist¨®ricas. R. Exacto. Todos lo ve¨ªan claro, pero Abril Martorell se encarg¨® de que no prosperara. P. Unas veces ha dicho que es nacionalista y otras que no lo es. ?En qu¨¦ quedamos? R. Yo soy nacionalista en tanto en cuanto quiero a mi tierra, quiero que sea importante y la quiero en primera l¨ªnea. Ahora: lo que no soy es nacionalista separatista como los vascos. P. ?Mejor como los catalanes? R. Son m¨¢s inteligentes. Consiguen lo mismo sin pelear. Yo tambi¨¦n aspiro a eso. P. ?Por qu¨¦ no ha prosperado aqu¨ª ese tipo de nacionalismo? R. Aqu¨ª somos muy especiales y nos hemos perdido en minucias. La pelea de la bandera y la lengua fue terrible. Y coger estos dos temas para formar un partido no me parec¨ªa l¨®gico. Si me preguntan qu¨¦ bandera quiero, siempre dir¨¦ con azul porque es la que he visto toda mi vida. P. Y si le preguntan por la lengua, ?qu¨¦ dice? R. No soy t¨¦cnico: que me lo digan los t¨¦cnicos. Hay muchas cosas que son parecidas o iguales en el catal¨¢n y el valenciano. Si no es la misma lengua, tendr¨¢n la misma ra¨ªz por lo menos. Somos primos hermanos, ?no? Est¨¢ clar¨ªsimo. P. ?Por qu¨¦ dej¨® la pol¨ªtica? R. Estaba cansado de la actividad que hab¨ªa llevado hasta entonces. La UCD fue un desastre y prefer¨ª marcharme a casa. P. ?A jugar al golf? R. Exacto. Me tiene sin cuidado que la bolita entre o no, pero camino y hago ejercicio.
"En el fondo los empresarios de Alicante, Castell¨®n y Valencia no hemos sabido relacionarnos"
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