Estreno en Par¨ªs de la versi¨®n cinematogr¨¢fica de "El pianista"
El pianista es, desde 1985, una novela de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y, desde hace unos d¨ªas -los filmes s¨®lo existen cuando salen al encuentro del p¨²blico-, una pel¨ªcula de Mario Gas. En Par¨ªs, en el cine La Latina, despu¨¦s de un debate con el escritor animado por el hispanista Ram¨®n Chao, tuvo lugar el estreno mundial, en versi¨®n francesa, de Le pianiste. Los protagonistas, Luis Doria y Albert Rossell, triunfador el primero, honesto el segundo; genial autopropagandista de s¨ª mismo Doria, l¨²cido m¨²sico al servicio de los dem¨¢s Rossell, ven c¨®mo sus destinos se cruzan en Par¨ªs en 1936. La guerra civil acabar¨¢ con las posibilidades de Rossell, que opta por empu?ar las armas en defensa de la II Rep¨²blica y pierde as¨ª su oportunidad de hacer una gran carrera profesional.El filme es una muy fiel adaptaci¨®n de la novela. ?Me parece que el libro est¨¢ ah¨ª, muy reconocible, pero la pel¨ªcula existe por s¨ª misma, es una obra muy digna?, explicaba V¨¢zquez Montalb¨¢n una vez acabada la proyecci¨®n y descubierto el filme. El padre de Carvalho record¨® la larga amistad que le un¨ªa a Mario Gas -?a principios de los setenta me pidi¨® que le escribiera un musical y de ah¨ª sali¨® Guillermotta en el pa¨ªs de las Guillerminas, que entonces no pudo montarse por razones de censura pol¨ªtica, y unos a?os m¨¢s tarde, tampoco pudo subir al escenario, pero ahora, a causa de la censura econ¨®mica?- y su admiraci¨®n por el trabajo de Gas como director teatral. ?Cuando preparaban la adaptaci¨®n de El pianista s¨®lo le dije que estaba en desacuerdo con el final que propon¨ªa, con la idea de matar al malo de la historia. Mario defend¨ªa que Luis Doria era tan hijoputa que hab¨ªa que tirarle un tiro?. Sin imponerlo, el escritor se sali¨® con la suya y el personaje de Doria no vive otro ajuste de cuentas que el tener que enfrentarse con su pasado.
Grandes actores franceses
Los protagonistas maduros, los Doria y Rossell en 1986, son encarnados por dos grandes actores franceses, Laurent Terzieff, monstruo sagrado del teatro, s¨®lo en excepcionales ocasiones -Rossellini, Pasolini- monstruo de la pantalla, y Serge Reggiani, cantante formidable y actor -enamoraba a Simone Signoret en la inolvidable Casque d"or o cazaba como nadie en Il Gatopardo - no menos formidable. De joven, es decir, en 1936 o en la inmediata posguerra, Reggiani se transforma en Pere Ponce, mientras que Doria deambula por Par¨ªs con la cara de Jordi Molla, espl¨¦ndidos ambos en su caracterizaci¨®n. Los dos se disputan el amor de Teresa (Paulina G¨¢lvez), una impresionante presencia morena adaptada a las exigencias vanguardistas de Doria y sensible a la ternura de Rossell.La m¨²sica de Le pianiste o El pianista es de Carles Santos, que ironiza consigo mismo al proponer un happening en el que los pianos comparten destino con las guitarras de los Who.
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