Tradici¨®n y sencillez en la inauguraci¨®n

Una inauguraci¨®n tradicional, sencilla, llena de gui?os de color hacia los 32 pa¨ªses participantes en el campeonato. Con la naturaleza y el mundo del bal¨®n como motivos principales, el espect¨¢culo desarrollado en un Stade de France plet¨®rico fue el contrapunto al vivido la noche anterior en la Fiesta del F¨²tbol por las calles de Par¨ªs.Francia 98 quiso caldear el ambiente con una fiesta original, futurista, fuera de lo com¨²n y acab¨® por exasperar a muchos aficionados venidos de todas partes y por aburrir a miles de espectadores que segu¨ªan el espect¨¢culo por televisi¨®n. Y es que los fallos organizativos y las extremas medidas de seguridad impidieron que la fiesta ideada por Jean Pascal Levy-Trumet cumpliese con las expectativas levantadas. 34 polic¨ªas resultaron heridos y 23 personas fueron detenidas, seg¨²n informaron a Efe fuentes policiales. Un aficionados escoc¨¦s fue acuchillado y los servicios de socorro atendieron a 129 personas, de las cuales 21 fueron trasladadas a hospitales.

El acceso al espect¨¢culo final, limitado en principio a 80.000 personas con invitaci¨®n, se hizo imposible no s¨®lo para un buen n¨²mero de espectadores con entrada, sino tambi¨¦n para algunos miembros de la prensa. Y es que, cuando el El¨ªseo est¨¢ por medio las fuerzas del orden no responden a razones. Por si eso fuera poco, la lluvia se convirti¨® en invitado inesperado, ahuyentando a muchos de los parisinos que, m¨¢s por curiosidad que por inter¨¦s, se hab¨ªan echado a las calles de Par¨ªs. Al final, tan s¨®lo 200.000 frente al mill¨®n esperado.

"Respetaos entre vosotros, respetad el juego, hacednos so?ar". Con este deseo, resumen de la carta de juego, una adolescente culminaba ayer tarde la ceremonia de inauguraci¨®n oficial de Francia98. Unos 30 minutos de danza y color para dar comienzo oficialmente a la 16? edici¨®n de la Copa del Mundo de f¨²tbol que se desarrolla en Francia hasta el pr¨®ximo 12 de julio y que fue auspiciada por las sobrias palabras del presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, y las del ya ex presidente de la FIFA, Jo?o Havelange.

Lejos del esc¨¦ptico esp¨ªritu parisino, los hinchas venidos de todo el mundo hab¨ªan optado por obviar a los gigantes y a la m¨²sica del espect¨¢culo de la noche anterior y hacer su propia fiesta. Y en ese terreno, los escoceses no encontraron parang¨®n sino en los brasile?os. Los Campos El¨ªseos se convirtieron en avanzadilla del partido inaugural 24 horas antes. Dos aficiones reflejo de dos estilos de juego y completamente diferentes. Los escoceses con sus faldas, sus c¨¢nticos y alcohol derramado a raudales. Los brasile?os, a ritmo de samba. Hubo un divertid¨ªsimo e improvisado Escocia-Brasil, en el que cada equipo contaba al menos con 15 miembros que no se preocupaban por el resultado.

Seguidores de Arabia Saud¨ª, Turqu¨ªa, M¨¦jico y Jap¨®n contribuyeron al espect¨¢culo. Apenas espa?oles que s¨ª estuvieron representados por los ni?os del Liceo espa?ol como integrantes de la coreograf¨ªa de Levy-Trumet. Una danza con ideas originales que, a menudo, se vieron desvalorizadas por otros aspectos del espect¨¢culo.

A pesar de todo ello, el desembarco en Francia de millones de aficionados de todo el mundo, s¨ª consigui¨® uno de los objetivos del comit¨¦ organizador: llenar de ambiente la gran fiesta del f¨²tbol.