Una Espa?a posible
?Espa?a va bien? Cuando el eslogan acu?ado entre los asesores presidenciales y los gui?oles de Canal + comenzaba a circular de boca en boca, el director argentino (vive entre Madrid y Par¨ªs) Enrique Gabriel Lipschutz comenz¨® a rodar esta pel¨ªcula, algo as¨ª como el reverso realista a la bobaliconer¨ªa propagand¨ªstica de MAR y compa?¨ªa. No le cost¨® demasiado trabajo al director guionista: s¨®lo colocar su c¨¢mara a la altura de la calle, lejos de los focos de los estad¨ªsticos y de las grandes cifras macroecon¨®micas, para mostrar qu¨¦ diablos le pasa a alguien que se queda sin empleo, digamos que en Bilbao, y se acerca a la cincuentena, esa edad terrible para un parado. Nuestro h¨¦roe, Juan (Ram¨®n Barea, que hace una proeza con su personaje), tiene esposa, hijos, una vida norte?a; pero all¨¢ no hay trabajo, y decide darse un garbeo por la capital, a ver si cae algo.Nuestro h¨¦roe tiene poco de h¨¦roe. Es rijoso, tiene malas pulgas y tambi¨¦n le dan ramalazos machistas y xen¨®fobos. Su periplo por un Madrid en el que va perdiendo trozo a trozo su dignidad de clase es contemplado por Enrique Gabriel con simpat¨ªa, pero sin olvidar que su h¨¦roe est¨¢ en la ficci¨®n para otra cosa. Narraci¨®n del conocimiento y la experiencia, En la puta calle se centrar¨¢ mucho m¨¢s en la relaci¨®n entre Juan y otro desgraciado como ¨¦l, Andy (el cubano Luis Alberto Garc¨ªa, un espl¨¦ndido actor), que en las estrictas peripecias propias.
En la puta calle
Direcci¨®n y gui¨®n: Enrique Gabriel. Fotograf¨ªa: Ra¨²l P¨¦rez Cubero. M¨²sica: Caco Senante. Producci¨®n: Piluca Baquero para ATPIP y Trastorno Films, Espa?a, 1997. Int¨¦rpretes: Ram¨®n Barea, Luis Alberto Garc¨ªa, Magalis Gainza, Marga Escudero, Patricia Garc¨ªa M¨¦ndez. Estreno en Madrid: Renoir (plaza de Espa?a).
M¨¢s apaleado que ¨¦l, m¨¢s sufridor por ser diferente, Andy, este sudaca que se las sabe todas, ser¨¢ el cicerone de Juan por el submundo madrile?o de la vida degradada. Pero ser¨¢ tambi¨¦n su maestro en el aprendizaje de la solidaridad, que es el gran tema del filme. De Andy aprender¨¢ Juan casi todo: para empezar, a aceptar la ayuda sin contrapartidas, porque s¨ª, porque ambos est¨¢n jodidos, y no, como sospecha el obrero, porque Andy sea homosexual.
O sea, que En la puta calle es cine resistencial y desmitificador de la propaganda oficialista; se coloca voluntariamente junto a otros que, como Chrevrolet, no tienen pudor en bajar su c¨¢mara a la altura de la vida. Y aunque tiene alg¨²n que otro altibajo, fruto de un gui¨®n no demasiado trabajado, es honesto, claro, directo como un pu?etazo e inteligente.
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