F¨²tbol de autor La pegada rumana de Ilie resuelve ante Colombia
F¨²tbol-concepto. F¨²tbol de escuela. F¨²tbol de fe. Y f¨²tbol de individuos. Rumania y Colombia propusieron un choque de estilos que demostr¨® que cualquier forma puede ser buena para enfrentarse al desaf¨ªo de encender la luz futbol¨ªstica, siempre que sea coherente con el bal¨®n, con el juego colectivo. Y siempre que no sepulte el talento individual. Colombia, el f¨²tbol alegre y trabado. Rumania, el f¨²tbol f¨ªsico y directo. Colombia, el tirabuz¨®n de Valderrama, el despliegue de Lozano, la inventiva de Rinc¨®n y Asprilla. Rumania, la sabidur¨ªa de Hagi, la velocidad y el disparo de Ilie, la solidez de Popescu. Defini¨® para Rumania su mejor pegada, la mejor llegada de su mejor jugador, Adrian Ilie.En Colombia les gustar¨ªa ser holandeses. Sus toques y retoques, les gustar¨ªa que se desarrollaran a cien por hora, no a 20, ni a 50. Tarea imposible, pero objetivo necesario. La velocidad es la ¨²nica carencia, la ¨²nica salida para sobrevivir. En Rumania, seguro que les gustar¨ªa ser ingleses, tener la misma claridad de ideas en el centro, tener la misma capacidad de superar en el choque a los adversarios.
A holandeses e ingleses, seguro que les gustar¨ªa tener a Valderrama y a Hagi. Dos casi cuarentones a los que el f¨²tbol no puede expulsar de los estadios. Cuando la mayor¨ªa de los equipos recorta distancias con los mejores poniendo su empe?o en trabajo, t¨¢ctica y obediencia debida, colombianos y rumanos (dos potencias medias que buscan consolidar lo apuntado en otras citas) siguen un camino aut¨®ctono: fidelidad a sus mayores. Crecen en el ejemplo de los ancianos, en Valderrama y Hagi, cada uno con una oficina de reparto en una banda. Quiz¨¢ no les valga de mucho. Sobre todo a Colombia.
Rumania es diferente: con la nueva generaci¨®n ha llegado un regalo llamado Ilie. Marc¨® las diferencias. No s¨®lo con el gol (robo de bal¨®n, entrada por el lateral del ¨¢rea, regate que deja sentado a Serna, trotecito para darle al bal¨®n con la derecha y par¨¢bola al ¨¢ngulo largo del buen portero Mondrag¨®n), tambi¨¦n con su fuerza y su velocidad, terremotos para una defensa colombiana muy bien ordenada en l¨ªnea, pero ca¨®tica cuando soplaba el valencianista. El cicl¨®n, de todas formas, s¨®lo dur¨® un tiempo.
En el segundo tiempo, Lozano se retras¨® para ayudar a su defensa, Valderrama se coloc¨® en el centro y Valencia sustituy¨® a Aristiz¨¢bal. Colombia empez¨® a llegar y a lamentar su falta de remate. Hasta buscaron el pase m¨¢s largo. M¨¢s concentrados pero igual de ineficaces. Rumania acus¨® el cansancio, la velocidad de Illie desapareci¨®. Hagi se eclips¨®. La victoria les confort¨®. F¨²tbol de autor que seguramente quedar¨¢ sepultado cuando las superproducciones tomen el escenario de nuevo.
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