El Reina Sof¨ªa se extiende para ordenar usos y colecciones del museo

El patronato del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, de Madrid, ha aprobado una ampliaci¨®n del mismo en la parte posterior para ordenar los usos y circulaci¨®n de los visitantes, la colecci¨®n permanente, con nuevas secciones, y las exposiciones temporales. El proyecto, de 3.000 millones de pesetas, afectar¨¢ en tres a?os a los seis pabellones situados en el resto de la manzana, donde se construir¨¢ un nuevo edificio con biblioteca y sal¨®n de actos.

El Reina Sof¨ªa acaba de poner las bases para su futuro y cambiar¨¢ de siglo con una ampliaci¨®n que evitar¨¢ problemas surgidos con el paso de un hospital general a centro de arte. Jos¨¦ Guirao, director del museo, se?ala la necesidad de "clarificar las lecturas de los usos del edificio". Para ello va a ocupar toda una manzana, en la zona de Atocha, que desde la fachada principal de la plaza de S¨¢nchez Bustillo tiene un recorrido por la ronda de Atocha, las calles de Argumosa y del Hospital para enlazar con la de Santa Isabel.Los primeros planos realizados en el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura fueron conocidos por el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en una reuni¨®n con el patronato con motivo de la exposici¨®n sobre Federico Garc¨ªa Lorca. Aznar mostr¨® su apoyo al proyecto para incluirlo en el plan de inversiones de las llamadas instituciones de cabecera, de titularidad estatal.

La ventaja del Reina Sof¨ªa frente al plan museogr¨¢fico del Prado, que incluye cuatro edificios cercanos, es la concentraci¨®n en la misma manzana, ocupada en la actualidad por seis pabellones, construidos a partir de los a?os veinte, dedicados a servicios administrativos del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura.

El plan prev¨¦ el mantenimiento de dos de ellos, que est¨¢n protegidos, para oficinas del museo, la conversi¨®n de otro en cafeter¨ªa y restaurante y la destrucci¨®n de los otros tres, situados cerca del edificio del museo y en la pared de la ronda de Atocha.

El nuevo edificio figura cercano a la pared del edificio del museo, en donde se van a situar la biblioteca y un sal¨®n de actos de una superficie de 750 metros cuadrados. La conexi¨®n entre los dos bloques se realiza a trav¨¦s de dos ascensores, semejantes a los existentes en la fachada principal, que servir¨¢n tambi¨¦n de acceso a las colecciones permanentes y a las exposiciones temporales.

Entre los pabellones habr¨¢ una zona ajardinada y la entrada directa de los transportes de las obras de arte a los almacenes.

El proyecto, con una inversi¨®n de 3.000 millones de pesetas, al desplazar todo un ala de la tercera planta, ocupada por la biblioteca, gana 3.700 metros cuadrados, que se incorporan a la colecci¨®n permanente. Las exposiciones temporales se quedan con la misma superficie de 3.400 metros cuadrados, al cambiar la tercera planta por la planta s¨®tano, que vuelve a dedicarse a exposiciones. En este s¨®tano se montaron grandes piezas de Chillida y Serra en la apertura como centro de arte, pero despu¨¦s se cerr¨® para convertirlo en almacenes. Los aumentos en superficie de distintos servicios como biblioteca, sal¨®n de actos, cafeter¨ªa y almacenes llegan a los 8.163 metros cuadrados. Las obras comenzar¨¢n el pr¨®ximo a?o, para terminar en el 2001.

El director del museo, Jos¨¦ Guirao, destaca de esta ampliaci¨®n la nueva circulaci¨®n de los visitantes, ahora confusa, y las diferencias entre la colecci¨®n permanente, con un recorrido continuo por las plantas segunda, tercera y cuarta, y las salas de exposiciones temporales, en la planta baja y en el s¨®tano. Antes de su apertura, estas salas presentar¨¢n muestras de Chillida, T¨¤pies, Pi casso, Fontana, Bores, Matta, Calder, Plensa y Campano.

La ampliaci¨®n tambi¨¦n va a solucionar, seg¨²n Guirao, los accesos directos y r¨¢pidos a la colecci¨®n o a las muestras de forma independiente. Los nuevos espacios van a proporcionar lugares para cubrir la mayor demanda de actividades pedag¨®gicas y de actos culturales. Destaca tambi¨¦n la incorporaci¨®n de otros aspectos del arte contempor¨¢neo, como el dise?o, la arquitectura y la fotograf¨ªa, que no est¨¢n representados en la actual colecci¨®n permanente.

Esta colecci¨®n va a ganar en superficie con la incorporaci¨®n, siguiendo los mismos criterios hist¨®ricos, de nuevas piezas que ahora llenan los almacenes, junto con el dep¨®sito de las publicaciones y los talleres de carpinter¨ªa y embalajes.