En el nombre de G¨®ngora...
Acaba de publicarse (Quaderns Crema) la edici¨®n cr¨ªtica de los Romances de G¨®ngora, la parte m¨¢s popular de la obra del que muchos consideran el m¨¢s grande poeta de la historia de la literatura espa?ola. Se trata de un brillante acontecimiento editorial, que llega envuelto en una ¨¢spera pol¨¦mica filol¨®gica.El autor de la monumental edici¨®n, el catedr¨¢tico de literatura en el Instituto de Villaviciosa de Od¨®n (Madrid) Antonio Carreira, que ha dedicado a la tarea 20 a?os de trabajo (fue ya el tema de su tesis doctoral), aprovecha el pr¨®logo para descalificar todas las ediciones anteriores de los Romances, cargando especialmente las tintas contra la de Antonio Carre?o. Este catedr¨¢tico del Siglo de Oro en la Brown University de Providence, (Rhode Island, EE?UU) es autor de la edici¨®n de los romances de G¨®ngora publicada por C¨¢tedra en 1982; la suya es la edici¨®n m¨¢s popular y difundida, ha agotado hasta la fecha cinco tiradas; pero es, al decir de Carreira, "la peor de todas".
Ataque virulento
En el pr¨®logo de su edici¨®n de los romances, Carreira enumera "docenas de erratas" en cuestiones de puntuaci¨®n o en la interpretaci¨®n de los versos m¨¢s oscuros de G¨®ngora que se explican en las "descarriadas" anotaciones a pie de p¨¢gina. La virulencia del ataque es llamativa. Cuando se le pregunta por los motivos de ese ensa?amiento, Carreira explica: "La filolog¨ªa no es un lecho de rosas; busca la verdad siempre, caiga quien caiga. No me gusta nada meterme con un colega, pero tengo que justificar mi tarea; y en G¨®ngora, una coma mal puesta es una cat¨¢strofe para la interpretaci¨®n. Lo que hizo Carre?o es de juzgado de guardia"
El aludido se toma la agresi¨®n resignadamente: "Carreira cree que G¨®ngora es propiedad particular suya", explica. Y hace memoria de otros escritos de aqu¨¦l innecesariamente agresivos y sarc¨¢sticos contra ¨¦l y contra otros colegas que, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se han atrevido a editar o comentar al autor de las Soledades. "Se trata de un rencor antiguo, casi patol¨®gico", apunta, "y de un enconado intento de demonizar una edici¨®n, la m¨ªa, que aunque nunca aspir¨® a ser cr¨ªtica, s¨ª fue la primera en aportar una extensa bibliograf¨ªa y aparato de anotaciones". Y, tras admitir que en ella se pueden haber "deslizado errores, porque si haces 5.000 comentarios alg¨²n error caer¨¢", declara que, como se hace siempre en las ediciones comentadas, va a leer cuidadosamente la edici¨®n cr¨ªtica de Carreira para incorporar correcciones en pr¨®ximas impresiones de su edici¨®n y "para contestar puntualmente a los desafueros de Carreira. No s¨¦ en el suyo, pero en el mundo donde yo vivo, su actitud no es de recibo".
Es ¨¦ste un asunto enojoso. La impresi¨®n que Carreira deja en un lector profano en materia filol¨®gica es que con sus acometidas le hace flaco favor a su propio trabajo, que es descomunal y muy probablemente decisivo. Pues su edici¨®n, en cuatro vol¨²menes de 600 p¨¢ginas cada uno, desentra?a el sentido literal de muchos puntos oscuros en los 94 romances aut¨¦nticos de G¨®ngora ("de algunos hasta ahora no se pod¨ªa saber qu¨¦ dec¨ªan realmente"), incorpora y explica los 226 que le han sido atribuidos al poeta cordob¨¦s de forma veros¨ªmil o menos plausible, y descubre a los verdaderos autores de algunos de los claramente ap¨®crifos.
El imponente aparato cr¨ªtico estudia todas las familias de documentos que se han ocupado del texto original y da una imagen completa de la transici¨®n de los poemas hasta nuestros d¨ªas: "De manera que si el lector no est¨¢ de acuerdo con mi interpretaci¨®n, puede discrepar a partir de los propios materiales que le pongo a su disposici¨®n", dice Carreira.
Otra de las novedades de esta edici¨®n es que demuestra que la difusi¨®n de la poes¨ªa de G¨®ngora a lo largo de la historia es mucho m¨¢s grande e influyente de lo que se sospechaba, y se detiene en explicar las repercusiones que tuvo cada pieza en la novel¨ªstica, dramaturgia y l¨ªrica futuras, tanto entre los autores espa?oles como portugueses de las dos costas atl¨¢nticas.
Babelia
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