Amores m¨¢s fuertes que la vida
Tras una intensa experiencia en televisi¨®n, la realizadora norteamericana Lesli Linka Glatter debuta en el cine con Amigas para siempre (1995), una interesante producci¨®n sobre la vida de cuatro quincea?eras durante un verano, a mediados de los a?os setenta, que hac¨ªa concebir muy buenas esperanzas sobre su futuro profesional. Dos a?os m¨¢s tarde dirige Promesas incumplidas, pel¨ªcula en la que se nos muestra como una m¨¢s que imaginativa y eficaz directora.Gracias a un buen gui¨®n de Rick Ramage, que tiene una s¨®lida y muy bien desarrollada estructura dram¨¢tica, la pel¨ªcula narra una historia que poco a poco se va complicando, hasta adquirir las dimensiones de un excesivo melodrama, pero donde no obstante todo aparece medido y perfectamente controlado, hasta alcanzar las proporciones de una pel¨ªcula muy notable, que hoy resulta tan poco habitual como atractiva.
Promesas incumplidas
Directora: Lesli Linka Glatter. Gui¨®n: Rick Ramage. EE UU, 1997. Int¨¦rpretes: Kenneth Brannagh, Madeleine Stowe, William Hurt. Madrid: P. de la M¨²sica, Amaya, Cid Campeador, Acte¨®n, Morasol, Aluche, Luna y (en V. O.) California.
Narrada a lo largo de una gran vuelta temporal hacia detr¨¢s, Promesas incumplidas est¨¢ ambientada en la ciudad estadounidense de Boston, a principios de los a?os treinta, en el seno de una rica y poderosa familia que trata de tener un descendiente a cualquier precio. Y as¨ª hasta llegar a convertirse en un duro enfrentamiento entre dos hombres por una misma mujer, con el agravante de que son familiares cercanos, y uno es est¨¦ril y el otro sacerdote cat¨®lico.
Gracias a su gran habilidad para moverse, siempre con extremada correcci¨®n, dentro de las escenas m¨¢s inhabituales que podamos imaginar, la directora Linka Glatter consigue que en ning¨²n momento la compleja y dura historia se le vaya de las manos, de manera que la controla con delicadeza y habilidad, tanto en su conjunto como en sus m¨¢s complejas y comprometedoras escenas, a veces de gran crispaci¨®n dram¨¢tica. De esta manera, el filme se convierte en una h¨¢bil mezcla de escenas de lucha familiar, de amores y amor¨ªos m¨¢s fuertes que la vida y, como eje de todo ello, una ins¨®lita historia amorosa triangular sobre el trasfondo de un asesinato. Todo ello dentro de ambientes elegantes, fr¨ªos y distantes, donde resalta todav¨ªa m¨¢s la fuerza de unos sentimientos que acaban por hacer saltar chispas entre los personajes.
Comienzo sin final
El ¨²nico defecto de esta apasionada historia es que carece de final. La vuelta atr¨¢s en que est¨¢ narrada tiene principio, pero carece de fin, lo que desequilibra la estructura narrativa y produce la sensaci¨®n de que falta algo. Aunque s¨®lo se debe a que un procedimiento tan tradicional como el flash-back, o vuelta hacia detr¨¢s, ha ca¨ªdo tan en desuso que casi nadie sabe utilizarlo bien.Dentro del conjunto tambi¨¦n destaca la inspirada partitura de Stephen Endelman y el trabajo del tr¨ªo protagonista. El siempre excesivo Kenneth Brannagh est¨¢ muy contenido en su papel de sacerdote cat¨®lico. La fr¨ªa Madeleine Stowe es perfecta como mujer que vive dominada entre dos hombres, y el intenso William Hurt es muy convincente en su papel de poderoso bostoniano.
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