Kiriyenko presenta un duro plan de choque para evitar el caos econ¨®mico en Rusia
Ahora o nunca. El primer ministro ruso, Sergu¨¦i Kiriyenko, cree que, o se act¨²a r¨¢pida y resolutivamente, o la hecatombe financiera ser¨¢ inevitable. As¨ª lo indic¨® ayer al presentar el programa de estabilizaci¨®n ante el pleno de la Duma y pedir el apoyo urgente de los diputados. La C¨¢mara, dominada por la oposici¨®n comunista y nacionalista, ofreci¨® una respuesta ambigua, que permite suponer que ser¨¢ aprobado, aunque con reservas, la mayor parte del paquete anticrisis. La amenaza de disoluci¨®n de la C¨¢mara lanzada casi expl¨ªcitamente por el presidente Bor¨ªs Yeltsin parece haber surtido efecto.
Todas las miradas estaban puestas ayer en la Duma. La de Yeltsin, que suspendi¨® un viaje a Kazajst¨¢n. La del Fondo Monetario Internacional (FMI), que discute en Mosc¨² la concesi¨®n de un pr¨¦stamo especial de m¨¢s de dos billones de pesetas. La de los mineros que protestan ante la Casa Blanca (sede del Gobierno), y que se presentaron con sus cascos en la C¨¢mara y amenazan con volver a cortar el pa¨ªs en dos. Y la de decenas de millones de trabajadores que llevan meses sin cobrar y desconf¨ªan del paraguas protector de un plan que disminuye los gastos sociales.Kiriyenko, de 35 a?os, ha desarrollado en poco m¨¢s de dos meses como jefe de Gobierno, un estilo propio para tratar con los diputados: firmeza sin prepotencia. Cada vez le resulta m¨¢s dif¨ªcil a la oposici¨®n descalificarlo como inexperto e incompetente. Sabe lo que hace y lo que dice. Como ayer: Vamos a trabajar juntos (...) La crisis financiera mundial, el desequilibrio de la balanza de pagos y las duras condiciones financieras y sociales no nos dejan posponer m¨¢s las soluciones. Y admiti¨® que la Duma tendr¨¢ todo el derecho del mundo a exigir su dimisi¨®n si el programa anticrisis no funciona.
La ca¨ªda de la Bolsa (que ha perdido el 60% de su valor te¨®rico desde comienzos de a?o), la presi¨®n devaluadora sobre el rublo y el regreso al crecimiento negativo son tres se?ales de alarma ante las que ni siquiera los comunistas pueden mostrarse insensibles. Tal vez por ello, y porque no quiere entrar en guerra abierta con Yeltsin, el l¨ªder rojo, Guennadi Ziug¨¢nov, se?al¨® ayer que su grupo, el m¨¢s numeroso de la Duma, apoyar¨¢ las leyes que faciliten el desarrollo de la industria y la disminuci¨®n de la carga fiscal.
No obstante, recalc¨® que las medidas financieras y econ¨®micas no pueden por s¨ª solas salvar al pa¨ªs, y que se impone un cambio de rumbo pol¨ªtico. Si no, a?adi¨®, puede llegar la anarqu¨ªa, la desintegraci¨®n o la dictadura. La situaci¨®n va de mal en peor y hay miembros del Gobierno que han comprado billetes de avi¨®n al extranjero y est¨¢n sacando a sus hijos del pa¨ªs.
El liberal Grigori Yavlinski no se puso tan dram¨¢tico. Incluso reconoci¨® que comparte algunos de los objetivos de Kiriyenko. Pese a ello, se?al¨® que votar¨¢ contra las medidas de austeridad del programa porque las considera una emanaci¨®n del prepotente estilo de gobernar de Bor¨ªs Yeltsin, que se mantiene en el poder con m¨¦todos que recuerdan m¨¢s a los zares o a los l¨ªderes comunistas que a los presidentes de democracias modernas.
Aunque la Duma no ha recibido de u?as el paquete anticrisis no es f¨¢cil que se someta d¨®cilmente a la presi¨®n de Yeltsin, que no s¨®lo exige que se aprueben m¨¢s de 20 leyes de una tacada, sino que el proceso (que necesitar¨¢ varios meses) se liquide antes del 16 de julio, cuando empiezan las vacaciones parlamentarias.
Entre tanto, los mercados mantienen su particular visi¨®n negativa del proceso. La Bolsa, con un descenso de casi el 4%, prosigui¨® ayer una tendencia bajista a la que no se ve fin. Al menos hasta que el FMI tire de talonario. El director del Fondo, Michel Camdessus, asegur¨® ayer que necesitar¨ªa una urgente inyecci¨®n de recursos para poder hacer frente a un cr¨¦dito como el que se estudia para Rusia.
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