C¨®mplices

Bromeaban de vez en cuando diciendo que iban a presentar a la "banda", ya que en realidad no son m¨¢s que dos. Pero su trabajo es de una eficacia y belleza aplastante, m¨¢s meritorio en tanto que no hay una secci¨®n r¨ªtmica detr¨¢s. Tampoco se echa de menos, todo sea dicho, ya que Fabio Miano y Carlos Gonz¨¢lbez introducen al espectador progresivamente en un mundo personal lleno de complicidades que se basta y sobra para satisfacer la sensibilidad m¨¢s exigente. El concierto que ofrecieron en el Palau se nutri¨® b¨¢sicamente de su reciente y com¨²n ¨¢lbum Reflections, un producto cosmopolita pero de producci¨®n, ejecuci¨®n y edici¨®n netamente local. El repertorio est¨¢ salpicado de piezas poco trilladas que van de la intrincada Four in one de Monk a la embriagadora Duke Ellington"s song of love de Mingus, todas ellas desarrolladas con un plus de riesgo y dificultad en los arreglos y armon¨ªas que, gracias a la imaginaci¨®n y el arraigado sentido del swing del d¨²o, acaban por atrapar al espectador menos avisado. De hecho, los inteligentes fraseos de ambos m¨²sicos fueron a menudo rubricados por entusiastas aplausos de un p¨²blico al que, como colof¨®n, sirvieron en bandeja el c¨¢lido Corcovado de Jobim y un blues de Gonz¨¢lbez, recuperado para el gran p¨²blico como uno de los mejores guitarristas de jazz espa?oles de las ¨²ltimas d¨¦cadas.