El Chico de Olite

Pedro Chaverri, Chico de Olite, banderillero y ejemplo de doblador en los encierros, era el hombre admirado por todos los muchachos que en Pamplona quer¨ªan ser toreros. Para ¨¦l no hab¨ªa situaci¨®n dif¨ªcil tanto como subalterno profesional como en las complicadas y arriesgadas funciones de doblador en los encierros. Precisamente como tal fue el que llev¨® a punta de capote a los corrales al toro Semillero, n¨²mero 21, de Urquijo, que en el fat¨ªdico encierro del 10 de julio de 1947 se qued¨® descolgado de la manada y mat¨® a dos corredores. Al primero, en la calle de la Estafeta, y al otro, en el ruedo. Aquel toro le correspondi¨® en el sorteo a Juli¨¢n Mar¨ªn y cuando Pedro, que figuraba en su cuadrilla, le comunic¨® la suerte aqu¨¦l debi¨® hacer un gesto de desagrado y Pedro a los le contest¨®: "No seas tonto. He metido el toro corrales y ha dejado en el ruedo un surco con el morro". No se equivoc¨®. Fue un gran toro que propici¨® un triunfo apote¨®sico al torero tudelano, que altern¨® aquella tarde con Gitanillo de Triana y Manolete, ¨²ltima actuaci¨®n de ¨¦ste en Pamplona.Eran personajes que acrecentaban su ya natural personalidad durante los d¨ªas de San Ferm¨ªn. En su indumentaria ten¨ªan de com¨²n el uso de la americana y cuello de la camisa abrochado sin corbata y, por supuesto, los zapatos relucientes como espejos. Dir¨ªa que era el uniforme de los paisanos taurinos, del que participaban tambi¨¦n los cronistas locales. Cronistas como Galo Mar¨ªa Managado, CH, en Diario de Navarra, con su particular estilo literario, no exento de fina iron¨ªa. Estaban el del extinguido El Pensamiento Navarro, Mois¨¦s Bermejo, El Chamberilero; del Arriba Espa?a, Luis Lorda; de la Hoja del Lunes, Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Salazar, distinguido poeta; de la Gaceta del Norte, Vicente Cisurriz; Te¨®filo Etayo, Filoteo; d Galo Vierge, Bonarillo; Antonio Coronado, que compon¨ªa sus cr¨®nicas directamente en la linotipia, y alguno m¨¢s que siento no recordar.