El color real del palacio de Oriente
Patrimonio Nacional devolver¨¢ a las ventanas y puertas de este edificio su original tonalidad porcelana
Un buen d¨ªa, la reina regente Mar¨ªa Cristina decidi¨® cambiar la decoraci¨®n del palacio de Oriente. Lo primero que hizo fue unificar el color de la carpinter¨ªa exterior: orden¨® pintarla toda de marr¨®n. Hasta entonces, ventanas, puertas, tragaluces, persianas y toldos presentaban tonalidades diferentes, debido a los discrepantes gustos de los anteriores inquilinos. Patrimonio Nacional, 110 a?os despu¨¦s de los cambios efectuados por Mar¨ªa Cristina, ha decidido recuperar el color blanco que luci¨® la carpinter¨ªa del palacio hasta la llegada de esta reina. Darle una manita de pintura y lijar las 360 ventanas de las fachadas este y sur -las del oeste y norte se dejan para una fase posterior por problemas presupuestarios- costar¨¢ aproximadamente 85 millones de pesetas. Las obras comenzar¨¢n a fin de a?o.El palacio de Oriente comenz¨® a levantarse en 1738, despu¨¦s de que el alc¨¢zar de los Austrias, que ocupaba su emplazamiento, ardiese por los cuatro costados. Felipe Juvara, arquitecto de la corte de Tur¨ªn, lo dise?¨® con sus ventanas y puertas "en color porcelana". Los arquitectos de la ¨¦poca ya sab¨ªan, seg¨²n Patrimonio Nacional, que la "carpinter¨ªa puede alterar las impresiones est¨¦ticas de la fachada con s¨®lo cambiar ligeramente las proporciones de su cristaler¨ªa o el color de sus largueros o peinazos". Con estas premisas, los tragaluces y postizos fueron blancos.
Pero las elevadas temperaturas que alcanza la capital en verano obligaron, nada m¨¢s inaugurarse el palacio, a colocar toldos en todas las ventanas para disminuir el calor que se colaba por los cristales. Instalar cerca de un millar de quitasoles cada verano se convert¨ªa en una labor penosa y lenta.
La reina Mar¨ªa Cristina decidi¨® sustituir los engorrosos parasoles de quita y pon por persianas de librillo marrones, que hac¨ªan juego, adem¨¢s, con las maderas de caoba americana con que revisti¨® Carlos III la parte interna de las ventanas. Estas persianas tambi¨¦n pod¨ªan desmontarse siempre que se necesitara. De hecho, cuando hab¨ªa limpieza general, las contraventanas se amontonaban en un l¨²gubre s¨®tano. A¨²n hoy d¨ªa las estancias donde se guardaban las portezuelas se conocen como galer¨ªa de persianas.
Pero aquella mezcolanza de gamas (ventanas exteriores blancas, interiores de caoba y persianas marrones) no terminaba de convencer a la soberana. Orden¨® que todas las puertas y tragaluces del palacio, excepto los de las zonas de acceso al edificio y las del Patio del Pr¨ªncipe, adquiriesen la misma tonalidad marr¨®n que las maderas americanas de Carlos III. De esta manera, la carpinter¨ªa real pas¨® del color porcelana ilustrada al casta?o de las selvas amaz¨®nicas.
Los actuales responsables de Patrimonio Nacional, ante el deterioro de la carpinter¨ªa en los ¨²ltimos siglos, han decidido recuperar el tono original que luc¨ªa el palacio de Felipe Juvara.
En las ¨²ltimas semanas, y con motivo de los trabajos de restauraci¨®n de la Real Armer¨ªa, se realizaron unas pruebas de color en sus portillos exteriores. Se tom¨® como base para recuperar el blanco original los restos de esta gama que a¨²n "quedaban en los huecos de entrada de las plantas bajas, que conservaron su primer color porque carec¨ªan de contraventanas". "Los resultados", seg¨²n fuentes de Patrimonio Nacional, "han sido plenamente satisfactorios". El Instituto del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol ha refrendado en un reciente informe que el palacio Real puede recuperar su antigua tonalidad. El proyecto de restauraci¨®n de las puertas y los tragaluces incluye tambi¨¦n la recuperaci¨®n de los elementos deteriorados. "Sobre todo los balcones, que son los que han sufrido la peor parte en estos ¨²ltimos tiempos", se se?ala.
Se ha dejado para una fase posterior el pintado de las ventanas y postigos de las fachadas norte y oeste, mucho m¨¢s altas que sus opuestas, ya que las primeras se levantan sobre una pronunciada pendiente (los jardines del Moro y Sabatini). "El repintado de las ventanas de las fachadas oeste y norte ser¨¢ a¨²n m¨¢s complicado, porque se encuentran a gran altura y habr¨¢ que poner unos andamios gigantescos. Cuando acabemos la primera fase, y de acuerdo con las posibilidades crediticias, comenzaremos la ¨²ltima", explican desde Patrimonio.
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