'Mir', muerte programada
Los astronautas de la Ciudad de las Estrellas rusa se resisten al final de la estaci¨®n espacial
Pol¨ªticos, t¨¦cnicos y bur¨®cratas rusos han dictado ya su sentencia de muerte contra la estaci¨®n orbital Mir.. Incluso han fijado la fecha de la ejecuci¨®n: junio de 1999. Para entonces, la gigantesca nave, que lleva ya m¨¢s de 12 a?os en el espacio, siete m¨¢s de su esperanza de vida inicial, est¨¢ previsto que caiga al mar.Ser¨¢ el final glorioso de una hist¨®rica etapa de la carrera espacial, y abrir paso a la Estaci¨®n Internacional, un proyecto en el que Rusia, azotada por una pavorosa crisis econ¨®mica, no podr¨¢ ya mirar por encima del hombro a Estados Unidos, ni siquiera de igual a igual.
Sin embargo, el asunto no est¨¢ zanjado para los astronautas que viven y se entrenan en la Ciudad de las Estrellas, un gigantesco complejo situado unos 40 kil¨®metros al Norte del Mosc¨² y en el que a¨²n perviven liturgias como la de concluir cada visita con una ofrenda floral ante el monumento a Yuri Gagarin, el primer hombre que viaje al cosmos. Su viuda a¨²n reside con su nieta en la que fuera la vivienda del matrimonio, y pasa cada d¨ªa ante la estatua de bronce de quien est¨¢ considerado una de las grandes glorias nacionales de la antigua URSS y de la nueva Rusia.
Orgullo
En los hijos de Gagarin, que, durante casi cuatro d¨¦cadas, han seguido su estela, se aprecia todav¨ªa el orgullo de quienes saben que son algo especial, con lo que hay que tener y que, al menos all¨ª en lo alto, a¨²n tienen mucho que ense?ar al antiguo enemigo y rival y ahora socio y casi aliado: Estados Unidos.Un orgullo amenazado de muerte por el final programado de la Mir,, cuyos numerosos achaques la han puesto ya en varias ocasiones al borde de la cat¨¢strofe, sobre todo en el ¨²ltimo a?o y medio. Si no hay cambio de planes a ¨²ltima hora, la expedici¨®n n¨²mero 27 a la estaci¨®n, prevista para el pr¨®ximo febrero, ser la ¨²ltima.
En la tarjeta de visita del coronel retirado Anatoli Berezovoi, de 56 a?os, vicepresidente de la Federaci¨®n Cosmon¨¢utica Rusa, figura esta anotaci¨®n: H¨¦roe de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Se gan¨® la distinci¨®n entre el 13 de mayo y el 10 de diciembre de 1982, 211 d¨ªas que constituyeron entonces un r¨¦cord de permanencia en el espacio, al que ya no volvi¨®. El r¨¦cord absoluto lo ostenta, con 679 d¨ªas, su compa?ero Valeri Poliakov, que lleg¨® a estar 438 d¨ªas seguidos en la Mir.
Para Berezovoi, la suerte de la estaci¨®n espacial todav¨ªa no est¨¢ definitivamente echada. "La decisi¨®n final no se ha tomado", sostiene esperanzado. "Y conf¨ªo en que el sentido com¨²n acabe por imponerse". Una maqueta a tama?o natural de la estaci¨®n orbital, con dos m¨®dulos Kvant, uno Kristal y otro Priroda ensamblados, constituye el coraz¨®n del complejo, en el que se han entrenado astronautas rusos y de otros 17 pa¨ªses, entre ellos el espa?ol Pedro Duque. Lo ¨²nico que faltan son las bater¨ªas solares.
En una enorme sala se reproducen o se simulan desde la rutina de la vida diaria en la etaci¨®n espacial hasta las operaciones m¨¢s complejas, incluidos los paseos por el espacio, cuyo r¨¦cord, con 16, ostenta Anatoli Soloviov. El m¨®dulo base de la estaci¨®n tiene un volumen hermetizado de 90 metros c¨²bicos, en el que han llegado a convivir hasta 10 astronautas al mismo tiempo. El conjunto de la Mir tiene unos 400 metros c¨²bicos. El espacio, all¨ª arriba, sin gravedad, no se mide en superficie, sino en volumen.
En esta supermaqueta se estudian el dise?o y configuraci¨®n de la estaci¨®n orbital y se aprende a utilizar los equipos de navegaci¨®n e investigaci¨®n. Pero con gravedad terrestre y sin las tremendas aceleraciones que se producen en los despegues y aterrizajes y en situaciones de emergencia.
Para simular la falta de gravedad se utiliza un laboratorio hidr¨¢ulico circular, de 23 metros de di¨¢metro y 12 metros de profundidad con 5.000 metros c¨²bicos de agua mantenida a 30 grados cent¨ªgrados. En esta piscina se sumergen copias a tama?o real de los diversos componentes de la Mir.
Los astronautas, dotados con equipos especiales de buzo, tienen que trabajar en su interior en condiciones similares a las que encontrar¨¢n en el espacio
Una gigantesca centrifugadora permite ensayar las reacciones del cuerpo humano cuando est¨¢ sometido a aceleraciones que, en situaciones cr¨ªticas pueden llegar, sin resultar necesariamente letales, a m¨¢s de 20 veces la de la gravedad. As¨ª pas¨®, por ejemplo, en 1975, cuando Vasili Lazarov y Oleg Makrov sobrevivieron a una aver¨ªa en su nave y cayeron desde 195 kil¨®metros de altura. Perdieron el conocimiento, pero sobrevivieron gracias a un duro y meticuloso entrenamiento previo que inclu¨ªa, y sigue incluyendo, vertiginosos giros en todos los sentidos que alteran la circulaci¨®n de la sangre y los ¨®rganos internos. S¨®lo los elegidos para la gloria pasan esta prueba.
En la Ciudad de las Estrellas hay tiendas, parques y escuelas, aunque los ni?os no pueden presumir con sus amigos de tener un padre astronauta. Casi todos lo tienen all¨ª. Los conquistadores del cosmos viven con sus familias en mejores condiciones que la inmensa mayor¨ªa de los oficiales del Ej¨¦rcito. Sin embargo, cuando la Mir muera, su agon¨ªa se dejar sentir en el complejo, aunque ¨¦ste seguir¨¢ siendo un importante centro de entrenamiento para los astronautas de la Estaci¨®n Internacional.
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