Ana Mar¨ªa Matute: "He conocido ogros y brujas"
Le encanta que sus lectores sean j¨®venes. "Es curioso que a una viejita como yo la lean m¨¢s los j¨®venes, la gente de mi edad no me entiende", dice sonriendo. La escritora Ana Mar¨ªa Matute, que present¨® ayer en Sevilla el Premio de Literatura Juvenil Gustavo Adolfo B¨¦cquer del Instituto Andaluz de la Juventud, recomienda a los aspirantes a escritores que no desfallezcan: "Si algo puedo recomendar es que escriban y escriban, que no se desanimen y no arrojen la toalla". No obstante, advierte que el camino de la literatura no es precisamente de rosas. "Escribir es muy dif¨ªcil, el que diga que es f¨¢cil o lo hace mal o es un hip¨®crita. Se encuentran muchas piedras y agujeros en el camino. Pero eso no debe desanimar. En esta dedicaci¨®n hay que ser muy tozudo y creer en uno mismo", se?ala, y cita una frase de Cernuda que ha convertido en su lema: "Creo en m¨ª mismo porque alg¨²n d¨ªa ser¨¦ todas las cosas que amo". Para Ana Mar¨ªa Matute, la suya no es una profesi¨®n, ni siquiera una vocaci¨®n, "sino una forma de estar en el mundo". Un mundo, el de la ficci¨®n, muy duro, pero que tambi¨¦n le proporciona grandes satisfacciones. "Alguien, no s¨¦ si hombre o mujer, me escribi¨® una carta que dec¨ªa: "Cuando termin¨¦ de leer el rey Gud¨² me expulsaron del reino de Olar y desde entonces vago a la deriva. Muchas gracias". Es maravilloso que alguien te diga eso, ?no?", recuerda la autora de Olvidado rey Gud¨². La fantas¨ªa, que en sus libros toma forma de duendes, trasgos, gnomos y hadas, es para ella un medio de reflejar la m¨¢s cruda realidad: "A veces se habla despectivamente de los cuentos infantiles, pero la parte verdadera de la vida est¨¢ en ellos: el campesino que prefiere dejar a sus hijos en el bosque antes de verlos morir de hambre; el ogro, una representaci¨®n del se?or feudal... En la Edad Media se conviv¨ªa con seres no humanos como brujas o duendes. Yo he conocido a algunos ogros y brujas, porque haberlos, haylos". Su mundo, poblado de seres imaginarios y universos m¨¢gicos, es una b¨²squeda interior. "Si no te buscas a ti mismo, nunca entender¨¢s a los dem¨¢s. Intentar meterse en la piel de otro es lo que m¨¢s me motiva", a?ade, consciente de que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil comprender al otro: "Nadie entiende a nadie, y lo peor es que no queremos hacerlo". Su realidad es fundamentalmente la ficci¨®n, pero la vida real le ha dado golpes duros. "A veces me pego unos morrones tremendos. Una de las razones por la que escribimos los escritores es el malestar en el mundo. Para m¨ª es una forma de protesta y una larga pregunta dirigida al lector. Nunca es dictaminar", apunta.
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