El Rubic¨®n

El cierre de Egin supone un Rubic¨®n en la pol¨ªtica antiterrorista del Estado espa?ol.Obviamente, no me refiero a la decisi¨®n del titular del Juzgado de Instrucci¨®n n? 5 de la Audiencia Nacional. ?sa es una decisi¨®n judicial en aplicaci¨®n de la ley, en la que no se puede ni se debe tomar en consideraci¨®n la oportunidad pol¨ªtica de la misma. Una vez que se ponen en conocimiento del juez unos actos que pueden ser constitutivos de delito, el juez tiene que aplicar el C¨®digo Penal y adoptar las medidas cautelares que la ley le permita y que sean proporcionadas y razonables.

Me refiero a la decisi¨®n del Ministerio del Interior de poner en conocimiento del juez los hechos que han conducido al cierre de Egin. Se trata de una decisi¨®n en aplicaci¨®n de la ley, sin duda alguna. Pero no es una decisi¨®n exclusivamente jur¨ªdica, sino tambi¨¦n y sobre todo pol¨ªtica.

Con la ley en la mano tal vez habr¨ªa que haber procedido a la disoluci¨®n de HB, ya que en la Ley de partidos pol¨ªticos se dice que la disoluci¨®n podr¨¢ acordarse cuando "la organizaci¨®n o actividades [del partido] sean contrarias a los principios democr¨¢ticos" (art. 5.2.b Ley 54/78). O se tendr¨ªa que haber declarado el estado de excepci¨®n, previsto para situaciones en las que "el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas... resulten tan gravemente alteradas que el ejercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para establecerlo y mantenerlo" (art. 13.1 de la L.O. 4/1981).

Y sin embargo, con la excepci¨®n de Manuel Fraga, que ha reclamado en varias ocasiones la disoluci¨®n de HB y la declaraci¨®n del estado de excepci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, ha habido un acuerdo pr¨¢cticamente un¨¢nime en que no era ¨¦sa la manera de proceder. La valoraci¨®n pol¨ªtica antes que la posici¨®n exclusivamente jur¨ªdica de estricta aplicaci¨®n de la ley ha presidido siempre la acci¨®n del Estado en materia antiterrorista. Y no va a poder no seguirla presidiendo.

Por eso cuando el ministro dec¨ªa ayer en rueda de prensa que no se trata nada m¨¢s que de hacer cumplir la ley estaba diciendo una verdad, pero no toda la verdad; lo determinante para el cierre de Egin no ha sido el texto de la ley, sino la voluntad pol¨ªtica de que se aplicara en este momento por encima de cualquier otra consideraci¨®n.

Esa decisi¨®n supone quitarle la palabra a ETA y HB, es decir, suprimir el casi ¨²nico componente pol¨ªtico de su actividad. No nos encontramos, por tanto, ante un problema de libertad de expresi¨®n exclusivamente, sino ante la libertad de expresi¨®n de una organizaci¨®n terrorista, que a trav¨¦s de ese medio estaba reconociendo que actuaba en una sociedad democr¨¢tica, en la que la palabra es insoslayable.

La decisi¨®n pol¨ªtica del Ministerio del Interior supone la negaci¨®n del discurso pol¨ªtico terrorista y su reducci¨®n a un discurso exclusivamente militar. Aqu¨ª es donde residen mis dudas.

Para m¨ª, Egin no era el punto fuerte, sino el tal¨®n de Aquiles de ETA. Egin era el memento mori de ETA, el indicador de que en ning¨²n caso puede ganar. Su capacidad persuasiva era pr¨¢cticamente nula. Su propia existencia era la negaci¨®n pol¨ªtica de su discurso militar.

Por eso no acierto a ver muy bien qu¨¦ es lo que se gana con este paso del Rubic¨®n, aunque deseo fervientemente que la valoraci¨®n que ha hecho el Ministerio del Interior haya sido acertada.