"Hay poca conciencia sobre el problema del 'efecto 2000"
El pasado mes de febrero, el presidente de EEUU, Bill Clinton, nombr¨® al abogado John Koskinen asesor sobre el virus inform¨¢tico del a?o 2000 para coordinar las distintas agencias de la Administraci¨®n federal en esa cuesti¨®n.Koskinen, llamado el zar del milenio, mide el tiempo por un reloj de su oficina que cuenta los d¨ªas que quedan para el 1 de enero del a?o 2000, cuando ordenadores de todo el mundo que computan la fecha s¨®lo por los dos ¨²ltimos d¨ªgitos creer¨¢n que est¨¢n en el a?o 1900.
Pregunta. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa en este momento sobre el virus del milenio?
Respuesta. Es dif¨ªcil se?alar s¨®lo una cosa, pero dir¨ªa que es la baja conciencia sobre el problema que existe en la comunidad internacional y en la peque?a y mediana empresa. En un aspecto general, vemos que hasta ahora se ha dedicado mucho tiempo a los programas (software), pero se va a tener que redirigir la atenci¨®n a los chips integrados (hardware), por ejemplo, en ascensores, f¨¢bricas y maquinaria. El virus del milenio es un problema relativamente f¨¢cil, porque no admite interpretaciones ni medias tintas, es una cuesti¨®n de si funciona o no funciona: ?van a poder seguir los ciudadanos su vida normal o no? Adem¨¢s es ¨²nico, porque la toma de decisiones no se puede ir retrasando: hay un plazo improrrogable que es el mismo para todo el mundo.
P. ?Estados Unidos debe dar consejos a los distintos pa¨ªses sobre este tema?
R. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional tienen un protagonismo esencial. Mi oficina lleva el di¨¢logo internacional a trav¨¦s del comit¨¦ de Naciones Unidas para temas de inform¨¢tica, que est¨¢ elaborando un informe que ir¨¢ a la Asamblea General en oto?o. Tambi¨¦n la secretaria de Estado, Madeleine Albright, va a mandar una carta al cuerpo diplom¨¢tico internacional en los pr¨®ximos d¨ªas. Hay muy pocos pa¨ªses que est¨¦n trabajando duramente en este tema: Reino Unido, Canad¨¢ y Australia, y ahora tambi¨¦n algunos pa¨ªses escandinavos. No hay pa¨ªs en el mundo que no necesite revisar sus sistemas inform¨¢ticos.
P. ?Y c¨®mo es la conciencia de Estados Unidos a ese respecto?
R. A m¨ª me gustar¨ªa que Estados Unidos pudiera dar mejor ejemplo, porque desde luego aqu¨ª el trabajo no est¨¢ terminado. Las empresas no entienden c¨®mo les afecta, creen que no es problema suyo si no forman parte de una gran estructura financiera. El problema es que nos hemos acostumbrado tanto a la inform¨¢tica que no percibimos lo mucho que dependemos de ella en cuestiones sutiles de alcance vital.
P. ?Cree que se llegar¨¢ a una soluci¨®n a tiempo?
R. Soy un optimista preocupado, aunque estoy menos preocupado ahora que cuando comenc¨¦ en este cargo hace dos meses, porque las mejoras a corto plazo son palpables. Las agencias del Gobierno de Estados Unidos llevan a?os tratando el problema, y se puede asegurar que no habr¨¢ par¨®n general. La Seguridad Social, por ejemplo, tiene ya solucionado el sistema de asignaci¨®n de cheques del subsidio social. Creo que, en el peor de los casos, tendremos, por ejemplo, retrasos en algunos vuelos, pero la seguridad a¨¦rea no se ver¨¢ afectada.
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