Francisco Guijarro,
vicepresidente del Centro de Fundaciones
La madrugada del 19 de julio se agot¨®, en Madrid, la vida de un hombre bueno, generoso, inteligente. Francisco Guijarro, amigo de tanta gente, ha dejado una huella duradera en todos los sitios por donde ha pasado: Ministerio de Hacienda, C¨¢ritas, Fundesco, Centro de Fundaciones... Ha dejado la huella de un hombre siempre dispuesto a ayudar a la gente y con la mirada siempre por delante incluso de su propia perspectiva vital.Francisco Guijarro ha sido un buen servidor del Estado en la solidaridad fiscal, y un buen servidor de la sociedad en la solidaridad voluntaria. Ha sido un defensor honrado y apasionado de las fundaciones, del llamado tercer sector. Y lo ha defendido con el ejemplo, con iniciativas, con su participaci¨®n constante y desinteresada, con la fortaleza de sus convicciones morales y religiosas.
Adem¨¢s de sus importantes funciones en el Ministerio de Hacienda, Paco Guijarro ha impulsado, como pocos, la articulaci¨®n y el crecimiento de la sociedad civil en nuestro pa¨ªs, en campos muy diversos: en la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas, de la que fue secretario general y presidente; en C¨¢ritas, instituci¨®n que tambi¨¦n presidi¨® y en la que promovi¨® con tenacidad sin l¨ªmites los conocidos informes Foessa sobre la situaci¨®n social en Espa?a; en la Editorial Cat¨®lica, de la que fue presidente; en el CEU y en el Colegio Mayor San Pablo; en Fundesco, fundaci¨®n pionera en el mundo de las telecomunicaciones en nuestro pa¨ªs; en Prodefa, en Citema y en tantas fundaciones de las que fue patrono activo. Y, desde luego, en el Centro de Fundaciones, instituci¨®n que nunca hubiera existido si Paco Guijarro, como en tantas otras cosas, no hubiera concebido primero la idea anticipadora y no hubiera puesto luego al servicio de esa idea toda su capacidad de empuje, de organizaci¨®n y de entusiasmo. El mundo de las fundaciones espa?olas debe mucho a la personalidad, la claridad mental de Paco Guijarro, a su estilo generoso y respetuoso con todos.
Paco Guijarro pensaba constantemente en el futuro, en preparar las mejores condiciones para la gente que lo habitase. Le¨ªa mucho, y pensaba mucho, en muchas cosas, en la pobreza, en el sufrimiento, en el misterio de la vida, en las religiones, en Dios, y poco en ¨¦l mismo, en sus necesidades; pensaba y hac¨ªa, o se preocupaba porque otros hiciesen. Sab¨ªa como nadie poner en marcha iniciativas y sab¨ªa retirarse para que otros las continuasen. As¨ª, deja multitud de amigos, que le admiran y que le quieren. Que ya s¨®lo nos quede su recuerdo duele, pero el recuerdo es muy poderoso y a ¨¦l nos aferramos. Descanse en paz.-
presidente del Centro Espa?ol de Fundaciones
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.